CAPITULO 2

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Siento que me zarandean.

-Despierta dormilona, son las 5 de la madrugada, ¡arriba!-exclama a toda voz Jex

-5 minutos más-le contesto

-nada de eso, tu elegiste la casa y sabías que estaba muy lejos

-Si a 2 horas, si vamos rápido en coche, eso nos da una hora más de sueño

-tenemos que vernos fabulosas es nuestro primer día de clases

-Vamos a la universidad, no a una escuela de modelos, siento desilusionarte

Siento como me arrebata las sabanas, y decido levantarme para evitar que me dé un aburrido discurso.

Parece satisfecha porque se va directo a su habitación

Voy al baño y me doy una ducha rápida, mientras el agua corre por mi cuerpo, pienso en como ayer no tenía que preocuparme por nada, todo lo hacían mis padres me sobreprotegían y ahora estoy por mi cuenta; pero eso no me disgusta para nada, al contrario me alegra.

Una vez en mi habitación, me visto con unos jean oscuros, una sudadera azul y unas zapatillas deportivas, mi pelo está recogido en una coleta alta, rara vez lo llevo suelto.

Cuando me encuentro con Jex en el pasillo, se me queda mirando con la boca abierta

-NO, no, no, vas a ir así vestida, ya eres una mujer y te vestirás como tal.

-Lo siento, pero jamás me pondré un hilo dental como ropa interior- le espeto de forma sarcástica, para que acabe con el tema

-Pero al menos suéltate el pelo, ponte unas lindas sandalinas, tengo unas perfectas para ti-sin previo aviso, me agarra del brazo y me lleva a su habitación. No puedo creer lo desordenada que esta, ayer esta impecable, hoy hay ropa por el suelo, maquillaje desparramado por todo el escritorio

Agarra una blusa de su armario y me la arroja

-ponte esto- me dice- el color azul te queda muy bien

-Te conté que media hora antes se iban a reunir todos los estudiantes, para presentarse y conversar, oí que había unos tíos muy guapos

-¡y ahora se te ocurre contarme, vamos a llegar tarde!

-Si, después me cambio, no tenemos tiempo

Bajamos corriendo las escalas, espero que no se embronque conmigo cuando descubra que le mentí

Subimos a su auto, no habíamos desayunado, tenía demasiada sed

-Espera un momento necesito tomar agua

-Apúrate, luz, ya estamos tarde

-Me tomara un segundo

Agarro un vaso de la repisa,  dejo que corra el agua para tomar algo fresco que me despierte, la cierro y salgo a toda prisa. Cuando siento como el agua corre, me doy vuelta y está abierta; genial ahora tendremos que llamar a un plomero para que arregle este problema, como si nos sobrara el dinero; cuando me estiro para cerrarla, se escurre un poco de agua por mi mano y salto de dolor, esta hirviendo; pero el casero me dijo  que estaba rota, en la cocina solo había agua fría;

Siento bocinazos, y la cierro toda prisa

-tardaste una eternidad-me dice Jex apenas entro en el auto

-lo siento, al parecer tenemos agua caliente

--bueno al menos eso el algo-me mira-que le pasó a tu mano, esta roja

-me queme

-agarra mi bolso y busca una crema, te ayudara a sanar

Hago lo que me pide, pero realmente no es nada, en cuestión de segundos mi piel vuelve a tener el color de siempre

LA PROFECÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora