CAPITULO 5

10 0 0
                                    

Me cambio rápido porque como siempre estamos llegando tarde a nuestras clases.

Bajo a toda prisa las escaleras, hoy estoy decidida a desayunar algo, así que me preparo un café con tostadas mientras Jex se viste. No le he dado importancia al incidente del vaso, seguro que era de muy mala calidad.

-Estas desayunado de lo más tranquila, cuando estamos llegando tarde

-¿desde cuándo eres tan puntual, se puede saber?

-Eric me está esperando en la cafetería de la universidad.

-Lo siento por él pero yo necesito desayunar

-no quiero dejarlo esperando

-entonces avisale por mensaje que tome asiento, así no se cansa parado-le digo pero sin previo aviso me toma del brazo y me saca por la puerta de atrás

Logro zafarme, corro a la cocina y agarro unas cuantas tostadas para el camino. Entro al auto, dejo la mochila en el asiento de atrás

-te quería preguntar algo Jex

-¿qué?

-te importara que alguien viviera con nosotras

-depende de quien

-es una compañera, alquilaba un departamento pero el dueño va a venderlo

-por mi está bien, mientras no me dejes de lado-dice con una sonrisa

-no digas tonterías, bueno entonces hoy le avisare que se puede quedar con nosotras si quiere, claro

Llegamos justo cuando sonó la campana pero yo me entretengo mirando un cartel: “anótese como voluntario para el hospital “

Me acerco a la señora que está registrando las personas

-hola, me gustaría ser voluntaria

-hola, tenes que anotar tus datos personales en esta lista, que suerte hasta ahora solo se ha anotado un chico.

Me extiende la lista y leo: Dan Richt

-debe ser una broma-debió notar mi cara de incredulidad porque replico:

-¿Por qué dices eso? El joven es muy generoso, hoy me entrego un cheque para la  fundación

-¿en serio? Le pregunto

-si

-lo siento, supongo que lo juzgue mal

Me apresuro en anotar mi nombre y me da un papel con los horarios y el área donde estaré trabajando como voluntaria. Me dirijo a clases, me siento mal por como trate a Dan, le debo una disculpa

Llego y me siento en mi lugar junto a Pris

-hola, ¿Cómo estás?

-bien ¿y cómo está tu mano?

-mejor por lo general sano muy rápido-le contestó- a propósito, ¿conseguiste departamento?

-todavía no, pero sigo buscando

-bueno si tu quieres puedes venir a vivir con nosotras hasta que encuentres otro departamento, el nuestro no tiene lujos pero te haremos sentir bienvenida

-¿están seguras?

-si no hay ningún problema

-muchas gracias amiga no sabes del apuro que me sacaste

-de nada, ¿Cuándo te mudas con nosotras?

-¿este fin de semana te parece bien?

-si claro

Entro el profesor al aula con cara de pocas amigas. Sin más transcurrió la hora.

-voy a la cafetería, ¿vienes?-me pregunta Pris

-no tengo que hablar con alguien

-de acuerdo, nos vemos.

Me acerco al banco de Dan, parece sorprendido de mi acercamiento

-¿Dan puedo hablar contigo?-le pregunto mientras una morena me fulmina con la mirada

-Claro, ¿Dónde?

-En el campus

Se levante y me sigue por los pasillos hasta que nos sentamos en una banca.

-Siento haberte hablado como lo hice en la fiesta-le digo

-está bien, yo me pase con la broma

-No en serio, fui cruel, yo no soy así, créeme.

-lo se

-fue muy lindo de tu parte hacer una donación tan generosa par, cualquier otro chico la hubiera gastado en un auto o algo-le digo mientras le doy un amigable apretón en la mano

-¡que le paso a tu mano!-me dice mientras la toma delicadamente entre sus manos y deja un gentil beso

-no es nada me corte

-¿Cómo?, fue por mi culpa

-¡no! solo fue un accidente, no fue porque estaba enojada contigo. Además ya se me paso.

-me alegra escuchar eso-me dice-déjame ver como esta eso-despacio corre la vende para ver la herida

-ya esta cicatrizando, no es de extrañar, sanas rápido

-¿como lo sabes?

Se limito a encogerse de brazos

-bueno me alegra que acepes, mis disculpas. Me levanto para irme

-Espera-roza mi pómulo derecho con sus dedos, tan delicadamente, que suspiro-Luz, ¿te gustaría salir conmigo esta noche o cuando tú quieras?

-lo siento pero esa no es una buena idea, simplemente limitémonos a ser amigos

- ¿no me darás una oportunidad?

-Es mejor que seamos solo amigos

-no insistiré mas, pero quiero que sepas que soy un hombre que  se da por vencido, además me encantan los desafíos

-claro, nos vemos- le dije con una sonrisa, solo el podía hacer esas declaraciones y terminarlas de forma arrogante.

LA PROFECÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora