XXIX:
Sigo imaginando todos los días que hablo contigo y me siento una completa imbécil por esto.
¿Qué necesidad hay de torturarse a sí mismo? Le preguntaba una y otra vez a mi cabeza, sin embargo a los 5 minutos te imaginaba a mi lado de nuevo.
Cada uno de nosotros elige diariamente cómo morir, me decía mi subconsciente como un gran sabio.
Tal parece que yo estoy destinada a morir locamente enamorada de ti, pero patéticamente sin ti.