❝Infinite tie❞ [OmegaVerse]

〈Once〉

Los ojos de Jimin estaban por salirse de sus órbitas, sentía que en cualquier instante comenzaría a ahogarse si seguía con la respiración cortada. Yoongi tenía la mandíbula tensa y los ojos totalmente hinchados. La cabeza del menor era un desastre, no podía procesar bien lo que había escuchado y mucho menos asimilarlo. El alfa estaba mostrando todas sus debilidades, pero ya no le importaba, él debía respetar su parte del trato.

—¿Familia...? — pudo finalmente articular Jimin mientras pestañeaba contrariado — dudo que seamos hermanos... ¿Somos... Primos, eres mi tío... Qué somos?

—Sí, Jimin, somos primos... — Yoongi soltó un suspiro — nuestras madres son primas y se criaron como hermanas, hasta que mi madre fue enviada a un internado para omegas adineradas a los quince años — hizo una pausa — luego se fue a Daegu y conoció a mi padre... Nosotros nos conocimos cuando ellas se reencontraron en una comida familiar y congeniamos rápidamente... Igual que ellas, por lo cual estaban felices

El silencio volvió a reinar entre ambos, las caricias habían muerto y Yoongi se volvió a poner de pie mientras mordía su labio inferior.

—¿En qué momento nosotros... Nos gustamos? — la voz del menor era agotada y curiosa a la vez.

—Siempre nos llevamos bien, sentí curiosidad y simpatía por ti desde los once años, la primera vez que nos vimos y tú tenías solo cinco... Eras lo más tierno que pude haber visto en mi vida.

—¿E-Eres... Mayor que yo por seis años? — Jimin no terminaba de sorprenderse.

—Sí... Cada verano nos volvíamos a ver en esas terribles y estiradas cenas organizadas por nuestros tíos... Me di cuenta de que algo no estaba bien cuando, a tus doce años, tenías un leve aroma dulzón que nadie más percibía — Yoongi apretó sus puños — y me sentí horrorizado cuando te presentaste como omega a los catorce y el destino decidió jugarnos la peor de las pasadas.

—Ser complementarios* — susurró Jimin.

—Exacto, nos dimos cuenta una tarde en la que hablamos de muchas cosas y sentía que algo en mi interior me obligaba a protegerte, las ancias de abrazarte eran enormes y solo podía pensar en besarte, pero no lo hice — hizo una pausa y miró al menor fijamente mientras soltaba un suspiro.

—¿Cuándo comenzamos... Algo? —Jimim comenzó a acariciar levemente la pierna de Yoongi.

—A tus dieciséis años... — desvió la mirada hacia la mesita de noche — No pude evitarlo, necesitaba besarte, además... Seguías hablándome por mensajes, continuabas siendo encantador, me pedías recomendaciones de libros y luego me recomendabas algunos también... Te besé, me asusté por todo lo que estaba sintiendo por mi pequeño primo y no pude evitarlo, simplemente caí enamorado por ti — Se puso de pie evitando el contacto visual con el menor.

—Sé que aún lo estás, así que por favor, Yoongi — Jimin hizo el intento de ponerse de pie, pero estaba muy débil — Yoongi... — su cuerpo quedó casi en el piso de la habitación.

El mayor se volteó al sentir un ruido estrepitoso y un quejido, quedó congelado al  ver a Jimin casi completamente en el suelo, con una expresión adolorida y el cuerpo tembloroso. Se acercó a él en cuanto pudo salir de su estupor. Lo tomó por debajo de los hombros y, haciendo solo un poco de fuerza, pudo acomodarlo en la cama nuevamente, contuvo las ganas de acariciar el alborotado cabello del chico cuando su mano ya estaba cerca del rostro contrario y se volteó para dejarlo hasta que se sintiera mejor, sin embargo una pequeña voz lo detuvo.

—Yoongi... Mi cuerpo... Mi cuerpo y mi omega me piden ser marcado nuevamente... — comentó mirando al contrario fijamente con los ojos entrecerrados y el rostro bañado en sudor.