〈Uno〉

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Trotando por la entrada de la gran universidad, va un joven de cabellos negros ondeando al viento, su rostro expresa preocupación, mira la hora en el reloj de su muñeca izquierda y apresura aún más su carrera. Al llegar a la facultad de medicina saluda con cortas reverencias a las recepcionistas. Sonríe e intenta calmar su respiración antes de tocar el timbre de la puerta que conecta con el departamento de neurología. El mecanismo eléctrico de la gran puerta se activa, permitiéndole la entrada. Al ingresar saluda a la secretaria y le entrega un papel que saca de su mochila, recibiendo un "espere allí por favor". Se sienta en una de las acolchadas sillas de la pequeña recepción y centra su atención en la planta carnívora que está en una repisa a mediana altura junto a él; le parece fascinante el modo de operar de aquellos seres vivos, de repente se pierde en sus pensamientos, se imagina en una jungla ocultándose de una planta gigante que quiere comerlo... Vuelve en sí al escuchar la voz de la mujer que antes le había hablado, había dicho su nombre y que el médico lo esperaba.

—Permiso doctor — la voz de Jimin sonó amortiguada por estar casi oculto tras la puerta.

—¡Adelante, pasa Jimin-ssi! — el médico utilizó una voz amable y se puso de pie para acercarse a la puerta.

—Buenos días, doctor — hizo una respetuosa reverencia y se aproximó a la silla frente al escritorio.

—Bueno, comencemos inmediatamente — sacó una carpeta de uno de los cajones del gran escritorio —. Soy Kim Namjoon, tu nuevo neurólogo, me titulé el año pasado y me ofrecieron trabajar contigo debido a que mi investigación y tesis trataron en casos similares a los tuyos — sonrió mostrando un semblante amable adornado por hoyuelos.

—Mucho gusto... — hizo otra reverencia estando sentado — espero pueda ayudarme — comentó con tono bajo y un tanto triste.

—No son necesarias tantas reverencias, Jimin-ssi — volvió a sonreír —. Te leeré la información que tengo aquí y me dirás si es correcta ¿Está bien? — se puso los lentes de monturas gruesas y miró una vez más a Jimin antes de centrarse en los documentos.

Jimin respondió con un pequeño "mhm" y un asentimiento con la cabeza, se notaban sus nervios y la ansiedad, sin embargo fue suficiente para que el doctor Kim, quien comenzó a preguntar.

—Entonces... Park Jimin, 24 años — dirigió la mirada a Jimin.

—Así es

—Fecha de nacimiento 13 de octubre de 1995

—Sí

—Residencia: centro de ayuda universitario de Seúl.

—S-Sí...

—Omega...

—S-sí — respondió con un dejo de incomodidad mientras frotaba sus manos.

—Diagnóstico: amnesia global.

—Eso parece... — soltó una risa amarga.

—Entonces, tenemos mucho trabajo por delante — suspiró y tronó sus dedos —. Dime ¿Has recordado algo? Según este expediente, no.

—Nada, solo sé que mi nombre es Park Jimin, mi fecha de nacimiento la vi en mi identificación, sé que mis padres fallecieron en el mismo accidente en el que perdí la memoria y que tengo una extraña mancha en el cerebro, la cual parece ser benigna — enumeró con sus dedos.

—Exacto... Bien, tenemos que hacer varias pruebas; en primer lugar un escáner para tener mi propia opinión respecto a las manchas, también algunas pruebas motrices y finalmente el psicólogo Seokjin te comenzará a ayudar con tus memorias — guardó el gran expediente de Jimin en el mismo cajón y sacó una nueva carpeta — ¿Te parece si comenzamos? — sonrió amablemente.

—S-sí... Por favor comencemos — se puso de pie junto con el amable neurólogo.

Salieron de aquella sala, aparecieron en la recepción anterior y luego se encaminaron hasta una puerta de corredera blanca, la cual combinaba con las paredes verde claro. El lugar al que entraron era amplio y tenía varias máquinas, las paredes eran blancas al igual que las baldosas en el suelo, tenía mucha apariencia de hospital, lo cual hizo sentir incómodo a Jimin.

—¿Puedes quitarte la ropa y ponerte esta bata? — Le aproximó la prenda mencionada —Atrás hay un biombo, puedes cambiarte allí, también hay unos colgadores.

El pelinegro se dirigió al rincón mencionado y comenzó a desvestirse, escuchó como el médico tecleaba en la computadora conectada a la gran máquina en el centro de la sala. La bata médica era fría, delgada y poco suave, pero cumplía la función de cubrir su desnudez. Al terminar se acercó a la máquina y carraspeó para hacer notar su presencia.

—Oh, bien... Te explicaré en qué consiste esto — comenzó una explicación técnica del examen, intentó utilizar palabras que un paciente pudiera comprender — También servirá para ver lo de la "mancha" y algunas cosas más.

—Comprendo — respondió intentando esbozar una sonrisa — dígame doctor ¿Me va a doler?

—No, el examen no duele y solo dura unos minutos, así que relájate, todo estará bien — palmeó el hombro del nervioso chico y le sonrió nuevamente.

Jimin se recostó en la pseudo-camilla de la máquina, el neurólogo acomodó su cabeza y le revisó las pupilas, luego puso un cojín para que la cabeza del chico no se moviera. Poco más de diez minutos pasaron y la máquina se detuvo, el pelinegro escuchó al amable médico decirle que podía ponerse de pie.

—No te vistas aún, aprovecharé de hacer el examen físico — dijo poniéndose de pie —. Acá hay una camilla, ven...

La camilla era un tanto incómoda, sobre todo por el papel que la cubría. Su rodilla fue golpeada por un pequeño martillo, lo cual provocó que la pierna del muchacho pateara y le provocara risa. Abrió la boca para que vieran su garganta, también su cuerpo fue medido y, finalmente, el doctor Kim realizó pruebas para evaluar sus reflejos.

—Bien, está todo en orden — sonrió por enésima vez durante la consulta — puedes vestirte.

Jimin sonrió un poco y bajó de la camilla, sin embargo al voltearse y caminar hasta el rincón del biombo, sintió una mano en su hombro.

—Jimin-ssi... ¿Estás marcado? — Preguntó extrañado el mayor — No decía aquello en tu expediente.

—¿M-Marcado? — frunció las cejas y aproximó una mano a su cuello — No tengo nada...

—No, es en la nuca, puedo ver claramente una marca de alfa allí — se aproximó nuevamente al joven, corrió el cabello que estaba un poco largo y presionó sobre la marca — ¿Sientes algo?

Jimin sintió una corriente eléctrica recorrerle el cuerpo, a la vez que una fuerte punzada le martilló la cabeza.

—S-Sí... Una corriente eléctrica y... Dolor de cabeza — sobó sus sienes y frunció el ceño.

—Esto es un tanto inesperado... No sabía que estabas marcado, además parece ser que la marca sigue siendo correspondida... — Dijo pensativo.

—¿Correspondida? — Jimin hizo una mueca de no comprender.

—Sí... Tu alfa sigue enlazado contigo, la conexión existe y los sentimientos no se han ido.

Jimin no comprendía cómo era posible que aquello fuera verdad, ya que no podía recordar a ningún alfa — en realidad no podía recordar a nadie de su pasado — y no sentía una conexión con nadie... Se supone, según lo que ha leído, que podría sentir las emociones y algunos pensamientos de su alfa, pero nada de eso ocurría, según recordaba. Pero lo que le provocaba aún más dudas era...

¿Quién era su alfa y por qué no estaba con él?

Hoola!

Ok... Si alguien llega a leer esto; es mi primer omegaverse, espero les guste, estoy súper nerviosa ><!

Tenía que escribirlo, realmente tenía que ><!!

Espero sus comentarios ღ

Coniღ

❝Infinite tie❞  [OmegaVerse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora