—Vamos, Bitch-chan. No es tan difícil. —Canturreó Laito—. Repite después de mí: "Su--Subaru-kun..."
Imitó una voz femenina, horrible y sumamente aguda.
—Subaru-kun... —repetiste. Juraría que tenías tu ceño fruncido y mirada determinada.
—No, no, no, y no, Bitch-chan. El tartamudeo es esencial para estos pedidos.
—Bien, Laito-kun. —Aclaraste tu garganta—. Su--Subaru-kun...
Mi respiración estaba acelerada, mis mejillas calientes... Todo por ese tono inocente de voz que usaste.
—"Quisiera pedirte algo..."
—Quisiera pedirte algo...
—Tendrías sexo salvaje conmigo durante toda la noche.
—La--Laito-kun, no Pued--
—Ah... Vamos Yui. —Interrumpió Shuu—. El sexo no es nada del otro mundo.
—Pero... —ibas a replicar.
—Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas.
Salté de mi lugar y giré violentamente encontrándome con Reiji. De seguro me veía ridículo. Sentía la cara caliente y mi cuerpo sudoroso.
Él entrecerró los ojos y acomodó sus lentes, analizándome de punta a punta.
—Ve a darte un baño frío, niño depravado.
Sin decir más siguió su camino. No lo entendí hasta que miré mis pantalones.
—Mierda. —murmuré. Escuchaba las risas de Laito y Shuu. —Tsk.
Desaparecí del pasillo y me senté en nuestra cama. Me deshice de la ropa y caminé al baño de la habitación. Sumergido en pensamientos, suspiré, abrí la puerta.
Estabas tú. En la bañera. Con un pato de goma entre tus manos. Petrificada. Colorada. Mirándome.
Y yo no traigo ropa.
Mierda.
El color sube otra vez.
Deslizas tus ojos por mi cuerpo. Observas mi cara, mi pecho, mi abdomen... Giras la cabeza.
—Yu--Yu--Yui... ¿Qu--qué haces?
¿Ya te dije que odio mi suerte?
—Na--nada, Subaru-kun.
Juegas nerviosa con el pato.
Subaru-kun...
—¿No estabas en la cocina?
—Sí... Kanato-kun me dió un aventón...
—Oh...
Incomodidad. A pesar de llevar tiempo juntos, de conocer nuestros cuerpos como nuestro libro favorito, seguimos siendo unos niños tímidos.
—Se--será mejor que espere fuera —dije dándome vuelta.
—¡No! —Giré sólo la cabeza—. Eh... Puedes bañarte conmigo, Subaru-kun.
—¿E--eh? Qu--qué dices, t--t--tonta.
—¿No quieres?
—¡Sí! ¡N--no! ¡Tonta!
Reíste. Sonreí. Nos bañamos juntos.
Si hubiese sabido que todo acabaría así te abría hecho feliz, Komori Yui.
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Hello. [Yui Komori x Subaru Sakamaki]
Fanfiction«Hola, Subaru-kun» me dijiste con una radiante sonrisa. Tenías las mejillas sonrosadas y el cabello desordenado, marcas en el cuello y parte de tu pecho, los labios algo hinchados, sólo te cubría una sábana y tus ojos desbordaban alegría y amor. La...