Make a memory?

23

Suspire por última vez y di el paso final. 

-Bongiovi - fue la respuesta, con un leve tono de desprecio con que me recibieron. 

-¿quién eres tú? - pregunte con el ceño fruncido. 

-Mark - respondió sonriente. - April acaba de salir a comprar con Carlos - expreso apoyado en el marco de la puerta. -¿quieres entrar?

Todo volvió a caer al saber que April no estaba en casa y, más aun, al saber que había salido con el idiota de  Carlos. 

-No... yo no.... - 

-¿Jon? 

Voltee rápidamente al reconocer su voz. 

-no deberías estar en el avión es estos momentos... - me miro desde cierta distancia. 

Sonreí, por el hecho de que siempre era tan preocupada con todo. 

-si, creo que los chicos llegarán sin mi el primer día - respondí metiendo las manos en mis vaqueros. April abrió levemente su boca, sin embargo nada salió de ella. Mordí el interior de mi mejilla. Ahora o nunca bongiovi, me repetí mentalmente.

-vine por ti, April - confesé de golpe -porque se que lo dije hace algunas horas atrás, pero también fui un idiota, y probablemente lo siga siendo el resto de mi vida, pero prometo que este idiota es menos idiota cuando esta a tu lado, cuando toma tu mano y se siente el hombre más afortunado del mundo. Pero sucede que este último tiempo no lo he sido, porque no he tenido a la chica que amo durmiendo a mi lado, porque no he despertado minutos antes sólo para verla dormir profundamente mientras se aferra a la almohada y mis dedos recorren lentamente su espalda. Y se que nos hemos hecho daño, se que hemos tomados decisiones equivocadas pero ninguna decisión hubiera sido más errónea que el haberme ido a tomar aquel avión y no venir por un último intento por volver a conseguir el amor del amor de mi vida - sonreí tímidamente, mientras las lagrimas comenzaban a caer por el rostro de mi April - y si - me acerque a ella tomando su rostro entre mis manos- fui un idiota, un idiota orgulloso y quizás lo  este pagando ahora al verte en los brazos de otro hombre pero vamos, amor, sé que él no te conoce como yo. No conoce tus 27 lunares esparcidos estrategicamente por todo el cuerpo - una leve sonrisa se escapo de sus labios - tampoco sabe que tú y yo ya estamos comprometidos desde antes de comenzar un pololeo en la adolescencia, porque yo prometí casarme con aquella niña a la que le di un anillo que le quedaba grande. Porque él no tiene un papá que haga los mejores fideos -sonreí- y sólo como dato extra puedo decirte que su hijo aprendió a hacerlos tal cual - April rió - tampoco tiene un hermano menor que lo amenace y reproche por ser tan idiota y dejar ir al amor de su vida... Porque estoy perdido sin ti, April... porque Te ame, te amo y te amaré por siempre... -callé durante algunos segundos - el caballero que me trajo en el taxi me contó una linda historia, y dijo que si él hubiera perdido a la mujer que ama, volvería a luchar una y otra vez, por la persona que le hace gritar a un mundo entero, a través de una canción, el cuánto se arrepiente de dejarla, porque el haría todo por ella. Yo haría todo por ti, amor ... y ¡dios! Sólo si me lo permites podríamos empezar de nuevo, comenzar una nueva historia, hacer nuevos recuerdos, hablar de los viejos... - apoye mi frente en la suya -sólo dime que si y prometo volver a enamorarte -susurre.

April calló durante largos segundos, que se hicieron eternos para mi.

-Si... -respondió tímida cuando mis dedos quitaban las lagrimas de su rostro - sólo para que dejes de ser un poco menos idiota, chico rubio - sonrió.

Entonces lo hice, por fin mis labios volvieron a encontrarse con aquellos que tan bien reconocían y tanto extrañaban. 

Fue un beso suave, con ternura. Rose sus labios con suavidad, con lentitud, permitiendo que nuestros alientos se reconocieran, probando el sabor de su respiración, uno dulce que me hace caer poco a poco, tomando todo el tiempo del mundo para recorrer cada milímetro de su boca. ¡cuánto extrañaba estos besos! Aquellos que te dicen; tranquilo, a veces se disfruta y expresa más con lentitud. 

Nos separamos por un leve carraspeo de garganta, entonces recordé que nos encontrábamos frente a su novio, y aquel otro tipo que había abierto la puerta. 

April se separó levemente, apretando sus labios para luego mirar a los chicos. Volteé lentamente, tampoco me sentía bien por provocar que una relación terminara así, sin embargo el idiota era Carlos. 

- espero que seamos invitados a esa boda que ya esta planeada desde que son unos niños - pronuncio divertido Carlos. 

¿A caso no estaba molesto? 

La sorpresa fue amplia cuando enredo su brazo por la cintura de tipo que había abierto la puerta. 

-tú. April. él. No.... - no sabía qué decir. 

Carlos rió. - sabia que eras algo impulsivo e idiota desde la secundaria pero nunca tanto, Bongiovi - sonrió. 

-¡por eso no me cabía en la cabeza que mamá hubiera estado con Carlos! - pronuncio Jesse al mismo tiempo que Jacob, levantando sus manos. Reí. 

-pasa que luego, April, Carlos y Mark me explicaron todo. La  habían ido a acompañar a tomar desayuno. Estaban preparando el desayuno y April duchándose cuando  Mark dio vuelta el café en Carlos, su novio, y yo llegaba a los minutos interrumpir. Si -mire a mis hijos -había sacado conclusiones antes de tiempo  pero ¡quien no lo haría! - me defendí -  Carlos y su novio nos dejaron para conversar, al día siguiente nos fuimos con April a encontrarnos con los chicos para la gira. Nos casamos y tuvimos cuatro hermosos hijos -los mire con amor a cada uno. 

-¿y ahora? - pregunta Steph. 

-¿Y ahora qué? - la miró sin entender. 

-¿Dónde esta tú último paso, papá? - complementa Jacob. 

Los quedó mirando sin saber qué decir. 

-En dos semanas más es mi cumpleaños - habla Romeo - sé que mamá vendrá - se levanta sonriendo ampliamente para luego marcharse. 

-Su departamento sigue quedando a la derecha - sonríe Jacob siguiendo a su hermano. 

-Si vamos a perder, que sea el miedo a arriesgarnos a intentarlo una vez más - me miró Steph - al menos eso me dijiste cuando pequeña y estaba muerta de miedo en salir a aquel escenario a actuar - finalizó besando mi mejilla. 

-Aun pueden  seguir creando recuerdos - se levanta Jesse -  Todos sabemos que Carlos ya no abrirá aquella puerta - ríe dando suaves golpes en mi espalda antes de dejarme solo.