-¿Steve quieres ir a comer algo?
Era la tercera vez en esa semana que ella me invitaba, con esa sonrisa tan alegre, sin embargo era una sonrisa que yo odiaba en demasía.
-Lo siento Sharon, tengo cosas que hacer.
Me aleje sin darle oportunidad de decir otra cosa, si bien era agradable, tan solo su compañía me provocaba nauseas, más que nada porque ella era la razón por la que Tony se alejaba de mí. Me dirigí a mi hogar, y sonreí al escuchar a Tony tararear la canción que tanto le gustaba.
Esa tarde estuve con Tony en el sillón, era reconfortante verme reflejado en sus ojos. Escucharle decir que amaba el color de mis ojos.
Pero mi felicidad fue arruinada cuando el timbre de mi hogar sonó, ella estaba ahí, con las mejillas sonrojadas y un aparente nerviosismo, en el interior podía escuchar a Tony maldecir la intrusión de Sharon, y no podía estar más de acuerdo.
Por cortesía la deje pasar, pero me molestaba que mirara todo el lugar y sobre todo tocara las cosas que tenía para Tony.
-¿Sharon que necesitas?- pregunte con toda la amabilidad que pude.
-Pues quise invitarte a comer.- menciono algo nerviosa.
-Estoy ocupado.
-¿Con que?- pregunto.
-Enserio que esa mujer es fastidiosa.- Tony estaba en uno de los sillones, mirándola con algo parecido al enojo. – En verdad Steve, esta mujer es demasiado ordinaria como para que siquiera le prestes atención.
-No es de tu incumbencia Sharon.- respondí, a pesar de que ella me desagradara seguía siendo una compañera de trabajo y tenía que tratarla de la manera más amable posible.
-Pero...
-En serio Steve, deberías deshacerte de esta mujer. Es un dolor de cabeza.- Tony se puso a su lado, mientras la miraba fijamente, evaluándola. – Este tipo de mujeres pueden ser un incordio sino las detienes lo más pronto posible.
-Sharon enserio márchate. Tengo una cita con alguien y no quisiera tener problemas con esa persona.
-No es cierto.
-¿Disculpa?
-James me dijo que no tienes pareja, ¿Por qué me rechazas?
-¡Como que no tiene pareja!- Tony se miraba furioso. – Estúpida mujer, es mejor que te calles y te marches ahora.
-Bucky ni siquiera sabe de mi relación porque no les concierne, así que mejor vete Sharon.
Ella se fue, pero desde esa tarde, todos los días en el trabajo me seguía insistiendo, incluso Bucky me interrogo y tan solo lo ignore, pero en verdad esto empezaba a fastidiarme.
-Sabes cariño, ella en verdad puede convertirse en un obstáculo.- Tony estaba sentado en mis piernas mientras me susurraba al oído.
-Pero ella es una compañera del trabajo.
-¿Entonces ella vale más que yo?
-Por supuesto que no, nadie es más importante para mí, que tú.
Tomo mi rostro para que ambos nos viéramos fijamente.
-Escucha cariño, sé que deseas mantener una línea entre tu trabajo y yo.
-Si...
-Eso ha funcionado en estos años, pero pronto no será así. ¿Sabes porque? Porque ella está enamorada de ti. Y como bien sabes, el amor es algo que puede incluso hasta matarte.
-Tony.
-Dime. ¿Deseas que permanezca a tu lado? Porque si lo quieres ya sabes que hacer.- Me entrego el cuchillo, mientras me sonreía amorosamente.
No dude en tomarlo, y con ello mi resolución estaba hecha. La cite en mi casa, con la excusa de una cena, ella llego contenta, y solo después de ingresar a mi hogar, la dormí con cloroformo, la lleve a mi habitación, donde la ate a la cama, me senté en una silla esperando a que despertara.
Despertó después de una hora, aunque se notaba algo desorientada.
-Que bien que despertaste.- sonreí. – Ahora, creo que debo dejarte las cosas claro, mi pareja no está contento contigo. Menos cuando has sido un fastidio en demasiado tiempo.
-¿Steve?
Saque el cuchillo el cual acercaba a sus piernas y brazos, haciendo leves heridas superficiales.
-En verdad Sharon, fuiste una gran compañera. Pero te interpones entre Tony y yo. Eso es algo que no puedo perdonar.
Sin esperar palabra alguna suya, le clave el cuchillo en el pecho una y otra vez, podía sentir la sangre manchar mi rostro, mientras que a lo lejos escuchaba las risas y aplausos de Tony. No se cuánto tiempo tarde, ni siquiera sé, en que momento me detuve. Pero reaccione ante la voz de Bucky, quien caminaba a mi habitación.
Cuando abrió la puerta, se quedó estático, pero en sus ojos se reflejaba el terror del escenario que había creado, sonreí, como Tony lo hizo cuando nos conocimos.
-¿Qué sucede?- pregunte de manera inocente, sin borrar mi sonrisa del rostro.
El empezó a llorar, y yo trate de acercarme, pero no pude dar ni un paso, cuando el sonido de un arma resonó en mi habitación, sorprendido solté el cuchillo y note un dolor en el abdomen, Bucky intento dispararme nuevamente pero al parecer su arma no tenía más balas.
Así que camine, mientras él seguía en el mismo lugar, pase a su lado. Porque él no valía la pena. Era tan insignificante que no me generaba interés, sabía que sería cuestión de tiempo. Moría a causa del disparo o me salvaba pero sería encarcelado.
Así que tome mi moto, la cual a pesar de no ocupar en demasiado tiempo, la mantenía en perfectas condiciones, maneje al único lugar en el que estaría seguro.
Me refiero a su tumba, lo había enterrado frente a un enorme árbol, no quería que el sol le diera directamente. Cuando llegue note flores cerca de su tumba, las cuales eran azules.
¿Irónico no? Dándole lo que más odiaba.
Tan solo camine hasta el árbol y me recosté en el tronco, mi visión empezaba a ponerse borrosa, pero no me importaba, estaba en el lugar que quería.
Solo era cuestión de tiempo para que muriera. Tan solo deseaba verlo una vez más.
El ruido del pasto llamo mi atención, a pesar de que veía borroso, logre enfocar mi visión lo suficiente para verlo acercarse a mí, pero este Tony se veía diferente, al que siempre me acompañaba.
-Obtuviste tu libertad al matarme, y aun así decidiste amarme. Fuiste demasiado estúpido.- contesto serio y carente de afecto.
-A pesar de que odiabas el color azul, dijiste que mis ojos te gustaban.- sonreí felizmente.
-Entonces
-Entonces...
-¿Hasta el final?
-Hasta el final.
Porque solo una palabra tuya basto para llevarme a la locura.