Capítulo 4

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—¡Feliz cumpleaños!

Me desperté de  golpe cuando alguien gritó en mi oído. Froté mis ojos tratando de despertarme por completo y me encontré a Jane con una enorme sonrisa y un cupcake sobre su mano.

—Anda levantate, Brie, —Jane comenzó a jalar mi brazo— necesito hacerte una fiesta de cumpleaños de solo quince minutos antes de ir al trabajo.

—No, —comencé a quejarme y hacer pucheros— quiero dormir un poco más.

Jane soltó mi brazo y aproveché para volver acostarme.

—Te doy un minuto para que levantes tu trasero de la cama y vengas a comer tu pastelillo, te estaré esperando en la sala —dijo y salió de mi cuarto.

Conociendo a Jane estaba segura que me aplastaría el pastelillo en la cara, así que tuve que salir de mi reconfortable y cálida cama para mi fiesta de quince minutos.

Me quedé sorprendida cuando entré a la sala. El techo estaba cubierto de globos y serpentinas, en la mesa habían varios cupcakes y en el centro un enorme regalo. También se esuchaba una canción de cumpleaños de fondo.

—Espero que te guste, —dijo Jane saliendo de la cocina— iba traer a Owen de regalo, pero el señorito estaba ocupado.

Habían pasado tres semanas desde que Owen regresó de Boston. El día en le que me dí cuenta que lo amaba y también cuando nos dió un fuerte resfriado.

—¿Y no te dijo en qué? —pregunté

—No, no quiso decirme. Pero eso no importa, mejor dime ¿qué haras por tu cumpleaños?

—Pues mis padres quieren que cenemos juntos, así que iré con ellos. ¿No quieres venir?

—De eso quería hablarte. —Jane se sentó en el sofá y yo la imeté— ¿Recuerdas al chico de mi clase? ¿del que siempre hablo? —asentí— pues... me invito a salir esta noche.

—¡Wow, Jane, eso es increíble! —dije aplaudiendo.

Estaba segura que me lucía más emocionada que ella.

—Lo sé, —dijo sonriendo— pero no quiero dejarte en tu cumpleaños.

—No te preocupes por mí. Y no voy a estar sola, Owen dijo que me tenía una sorpresa.

—Ah, ya entiendo.

—¿De qué hablas? 

—Tú sabes de lo que hablo —se levantó del sofá, tomó su bolso y se acercó a la puerta de la entrada— Espero que la pases bien con tu enamorado.

Abrió la puerta y salió, fue tan rápida que aún tenía mi boca abierta por la sorpresa de sus palabras,

Solté un suspiro. 

Jane tenía razón, quería estar a solas con Owen para poder hablar sobre lo que sentía por él. Y tenía la esperanza que mis sentimientos fueran correspondidos.

Desde aquella noche bajo la lluvia, Owen estuvo más cariñoso conmigo. Ya no hacía sus comentarios pervertidos, ni peleaba conmigo aunque fuera bromeando.

Y si, mis ilusiones están en las nubes.

Cuando se lo conté a Jane dijo que me tranquilizará, que dejara que las cosas siguieron su propio curso porque a Owen le molestaba sentirse presionado. Y yo podía esperar, no quería perderle. Pero cada día era más difícil ocultar lo que sentía.

En ese momento comenzó a sonar mi celular, salí corriendo hasta mi cuarto y me lancé a la cama para tomarlo.

—¿Hola? —contesté.

Cuando te perdí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora