Capítulo 5

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Había leído sobre el síndrome del corazón roto, que provoca dolor en el pecho y dificultad para respirar. Bajo mucha tristeza los tendones del corazón pueden llegar a romperse, así que morir de corazón roto, es posible.

Pero nunca pensé que a mí me sucedería y mucho menos que Owen sería el causante.

Owen giró y la sonrisa que tenía en su rostro desapareció cuando nuestros ojos se encontraron. Lucía tan sorprendido y confundido como yo. Abrió la boca para decir algo, pero nada salió de ella y  volvió a cerrarla.

Me miró tratando de analizar de que humor estaba y si le reclamaría por nuestra discusión, pero no podía pelear con él. Tenía que saber si esto era real, que no era una mala jugada de mi mente, que era él el novio de mi hermana.

Después de lo que parecieron horas caminé hacia él y envolví mis brazos alrededor de su cintura, sentí como su cuerpo se relajaba, sus brazos envolviendo mis hombros y recargó su cabeza sobre la mía.

—¿Ustedes se conocen? —dijo Dafne interrumpiendo.

Owen se separó lo suficiente para poder mirarme y me sonrió, la sonrisa que solo me dedicaba a mí. Pero sabía que ya no lo sería más.

Owen giró hacia mi hermana sin apartar su brazo.

—¿Recuerdas que siempre te hablé de mi mejor amiga que era una chica increíble y con un gran talento para la pintura? —Dafne asintió— Bueno, siempre estuve hablando de Brie —dijo Owen apretándome contra su cuerpo.

—¿Tú lo sabías, hija? —preguntó papá.

Oh no. Recordé mi platica de hace unos días con mi padre, él lo sabía, sabía mis sentimientos por mi mejor amigo y podía notar la preocupación en su rostro.

—No, Owen nunca... —lo miré y pude notar lo incómodo que se sentía con aquella pregunta y decidí ayudarlo— No lo sabía, Owen estaba más feliz y lo sospechaba pero no me lo dijo, supongo que mañana me lo diría en nuestra cena, se arruinó la sorpresa.

—Ay Owy tan lindo —dijo mi hermana  y comenzaron a sonreírse de una manera cursi y eso era mucho para mí.

Me aparté de Owen y mi padre se dio cuenta de mi reacción. Tendría que tener cuidado con eso.

—Vayamos al comedor, no queremos que la comida se enfríe —dijo papá.

Me dirigía hacia la cocina con Owen y Dafne tomados de la mano enfrente a mí cuando mi padre me detuvo tomándome del brazo

—Tú y yo tenemos mucho de que hablar, señorita.

—Lo sé, papá, —contesté— pero no ahora, por favor.

Papá me miró con seriedad, después de unos segundos soltó mi brazo y me indicó que siguiera caminando.

Luego de una cena muy incómoda, mamá sirvió el postre y fue el momento para que comenzaran con las preguntas.

—¿Cómo se conocieron tú y Dafne, Owen? —preguntó mamá y pude notar como Dafne la reñía con la mirada.

—Nos conocimos gracias a mi padre. —contestó Owen— Él estaba haciendo una campaña de publicidad sobre el ballet, contrató a varias bailarinas y entre ellas estaba Dafne —le sonrió a mi hermana y tomó su mano.

Me sorprendió cuanto me dolió ese gesto, lleno de confianza y de amor. Algo que yo siempre quise con él.

—¿Cuánto tiempo llevan juntos? —volvió a preguntar mamá.

—Poco más de dos meses —dijo Dafne.

Dos meses. Casi toda su estancia en Boston.

Eso era lo que quería decirme la noche que regresó, la noche en que me dí cuenta que lo amaba. Que lejos estaba de la realidad.

Cuando te perdí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora