Ghost of you

Capítulo 1

-¿Estás seguro de esto? -pronunció con los ojos llenos de miedo. Su expresión dulce y temerosa reflejaban todo lo que pasaba por su mente en ese instante.

Tan jóvenes e inexpertos con miedo a lo que venía pero con amor de más en sus corazones. Tenían algo que a muchos les hacía falta: Valentía y coraje para luchar por su amor.

-Claro que sí -respondio con seguridad él- ¿Tú no?

El miedo en su mirada lo delataba más que nunca; ¿Qué haría si ella decía que no? Lo había planeado todo desde la noche anterior y en su plan todo salía perfecto, justo como lo imaginaba quería que salieran las cosas.

-Sí -dijo ella.

Esa afirmación fue suficiente para que todo el temor se esfumara, para que todas las dudas se fueran y lo dejaron ver todo más claro que nunca; La amaba. La amaba con cada célula y partícula de su piel, de su cuerpo y de su vida, ella era la chica de sus sueños y el amor de su vida apesar de que sólo tenían diecinueve.

-Te amo -musito con toda la seguridad y creyendo completamente en sus palabras.

Jamás se arrepentiría de marcharse de la pequeña ciudad en la que vivían para buscar una mejor vida con su chica. Buscarían un lugar donde pudieran vivir dejando a un lado las miradas de la gente; Todos los creían demasiado jóvenes y tontos para pensar que conocían el amor a tan temprana edad, sin saber que de eso se trata y todos tienen un reloj interno con el destino escrito.

-Te haré la más feliz -besó sus labios y acaricio sus mejillas, ella sólo sonreía con los ojos inundados en felicidad infinita.

-Y yo te haré el más feliz -comentó y sonriendo emprendieron su camino.

Ella con sus jeans rotos y desgastados, su vieja camiseta de su banda de rock favorita desde que era pequeña; Maddie. Él con el corazón acelerado y feliz, con su viejo auto y una nueva vida a la vuelta de la esquina; Wilson.

Una vida larga y completa los esperaba para brindarles el más grande regalo: La felicidad. El amor que tanto se jugaraban era real después de todo porque apesar de todos los insultos, regaños y críticas que recibían a diario, ellos lo estaban logrando. Iban a darlo todo.