Llegamos a la casa de los padres de Mark y me sorprendí mucho por lo hermosa y grande que era. Tenía un jardín trasero, enorme y verde, adornado con flores. Me dirigí a la cocina para cerciorarme que todo estaba en orden. Salí de la casa hacia el jardín. Debía bajar una escalera para hacerlo y, cuando terminé de bajar, busqué con la vista a Justin pero no lo encontré. Así que volví a subir por la escalera para tener una mejor visión y lo vi.
Narra Justin
Me encontraba en la boda de Marissa y Mark, y estaba realmente aburrido. Me preguntaba si Isabella ya había llegado. Comencé a buscarla con la mirada hasta que la vi. Wow, ella es... simplemente perfecta. Estaba en la escalera buscando a alguien entre la multitud. Cruzamos miradas y comenzamos a caminar el uno hacia el otro.
- Hola – me dijo y me regaló una sonrisa.
- Estas hermosa, Bella – dije con nerviosismo y vi como sus mejillas se volvían rosadas.
- Gracias, tú también lo estas – aclaró su garganta y me di cuenta de que ella también estaba nerviosa.
Pasé toda la tarde con Isabella, riendo y disfrutando de la boda. La ceremonia religiosa fue hermosa y, aunque no quiero sonar cursi, me encantaría casarme algún día y formar una familia.
- ¿Cuál es tu parte favorita? – le pregunté a Bella. Nos encontrábamos sentados solos en la mesa principal porque los novios estaban tomándose fotos con los demás invitados.
- ¿De las bodas? Todo – sonrió – creo que es uno de los momentos más importantes en la vida de una persona... Pero – hizo una pausa – si tuviese que elegir un momento en específico, diría que mi parte favorita es cuando la novia va caminando hacia el altar y su mirada se encuentra con la del novio. Esa mirada que refleja el amor que hay entre los dos, es especial – y yo no podía parar de mirarla y escucharla. Podría estar así todo el día. El inicio del vals interrumpió nuestra conversación. Marissa y Mark bailaron juntos por un rato y luego con sus padres, así que sólo faltábamos los padrinos. Yo bailé con Marissa, y Bella con Mark.
Narra Bella
Justin y yo terminamos nuestro turno en el vals y dimos paso a que los demás invitados pudieran bailar también. Nos quedamos a un costado observando y a los pocos minutos, Justin me susurró algo que no entendí. Tomó mi mano y lo seguí. Me llevo a un sector del jardín en el que no habían invitados, ya que todos estaban bailando el vals.
- ¿Qué estamos haciendo aquí? – pregunté curiosa. Y en ese momento la canción “Perfect” de Ed Sheeran comenzó a sonar a lo lejos. Justin extendió su mano para que yo la tomara y comenzamos a bailar. Me sentía realmente feliz, no sabía por qué pero no quería que ese momento acabara. Reíamos y reíamos disfrutando de la canción y de nosotros. Nos olvidamos del resto, éramos sólo nosotros. Él hizo que diera un giro y quedamos muy cerca, sólo mirándonos. Me miró a los ojos, como si estuviese perdido en ellos, miró mis labios, tomó mi rostro acariciando mi mejilla y me besó. El beso más perfecto que jamás me habían dado.
