La grandeza de Elisa

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Al día siguiente, Elisa se fue de la isla y volvió a casa. Habían sido las mejores vacaciones en familia de su vida, y ahora podría compartirlo con todo el mundo. Podría ser grande, famosa, soñadora, luchadora...
Pero con poder compartirlo le bastaba. Porque si no se lo creían, le daba igual, porque sus padres lo afirmarían.
No escucharía a quien se riera de ella. Nunca existió una isla igual.
Cuando Elisa viajó a la isla, su vida cambió para siempre.

La isla de los dinosaurios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora