Querida Sadie:
Pues bien, aquí estamos.
Como decía: toqué la puerta de tu casa.
Me había peleado con papá, pero no me importaba porque tú querías hablar conmigo.
Básicamente, entré a tu cuarto como siempre y te levantaste rápido de la cama.
El alma se me salía del cuerpo por lo que iba a confesarte, asíque te dejé hablar primero.
Me pediste perdón por no haber estado tan unida a mí ese último tiempo.
Algo me dijo que me querías pedir perdón por todo lo demás, pero eras bastante orgullosa para admitirlo.
Eliminé ese pensamiento al instante y como siempre la inocencia y las esperanzas se apoderaron de mí, sabía lo que te costaba decir eso.
Te miré con ternura.
Te abracé y te perdoné por hacerme sentir mal, aunque ni siquiera habías pedido perdón por eso.
De pronto te lo dije.
No sé ni porqué hice eso, pero me sentía obligada.
Sí Sadie, lo estás recordando,
te dije que me gustabas.
Que no importaba que te gustaran los chicos, siempre me habías gustado y no lo podía cambiar.
Y era verdad, vaya que era verdad.
Hasta te escribí un horrible poema hablando de tus ojos de mar, y de tus cabellitos suaves y pelirrojos. Nunca había hecho algo tan cursi.
Me quedaste mirando atónita, tu rostro no expresaba nada, era indecifrable,
mientras que mi mirada impaciente esperaba una respuesta.
Pero no dijiste que yo también te gustaba.
Sólo agarraste mi cara y me besaste.
Sentí que todo lo que quería estaba en esa habitación.
Te tomé de la cadera como si fueras algo frágil. Fuí feliz unos instantes.
Pero, ¿Sabes cuál fue el error?
Que no dijiste que yo también te gustaba, no lo dijiste.
Sólo me diste una esperanza, bastante grande.
Quiero creer que no fué por pena, que al menos fue un impulso completamente tuyo.
Por supuesto no esperé que me mostraras como una novia o algo así, si apenas me mostrabas como una amiga y te apenaba.
Sólo quería algo pequeño contigo.
Luego de eso caí de lleno.
Me enamoré tres veces más de lo que ya estaba, aunque al principio no quería admitir que me gustaba una chica.
No pasaba un día sin que te dijera bajito lo hermosa que estabas, sin que te robara un beso inocente, que tomabas extrañamente bien. Me sentía increíble. Y a la vez pensaba que en cualquier momento todo se iba a ir a la mierda, asíque era cuidadosa con todo.
Porque así eras tú.
ESTÁS LEYENDO
❝ DEAR SADIE ❞ | Sadie Sink |
Historia Corta彡(💌) ¿мe recυerdαѕ? ѕolίαмoѕ ѕer мejoreѕ αмιɢαѕ.