Voluntad Perdida

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Caminamos durante un tiempo. La ciudad era agitada, y en cada esquina, una gran cantidad de personas se disponían a cruzar la calle para seguir con sus vidas. El eco de los sonidos no era diferente, resonaba por doquier como si en si mismo fuese normal que la distorsión lo formase. No era comprensible el leguaje de aquellos que parecían seres humanos, y mucho menos lograba detallar los detalles de alguno de ellos. Simplemente la silueta era lo único que lograba distinguir.

-Es extraño...

La voz de Maryse era aspera, y su rostro no dejeba de reflejar la enorme carga mental que aquello suponía.

-Este mundo es similar al nuestro. Es como si estuviesemos en una dimensión paralela.

-No tiene sentido -concluyó la chica a mi lado-. Que estemos en otra dimensión del mundo que dejamos atrás, es irracional.

-No es tan dificil de creer. Ellos no pueden vernos ni sentirnos. Inlcuso cuando tocamos o tomamos objetos. Solo somos capaces de experimentar en destello o remanencia de lo que existió o tal vez, ecistirá.

-¿Quieres decir que puede qué estemos viendo su futuro?

-Es posible. Las experiencias también pueden ser de tipo sensorial fuera de lo físico. Vemos lo que sienten, y sentimos lo que sueñan.

En aquel momento, mi corazon latía lentamente. No podía dejar de jugar con mis propios dedos, tocandolos unos con otros dentro del bolsillo del pantalon. Maryse se había detenido. Su cabello ondeaba al son del viento, y sus brazos cruzados la hacían ver imponente. Se volvío y repentinamente se acercó más de lo usual hasta mi.

-¿Sucede algo? -dije impresionado.

-¿No recuerdas nada de tu época?

-No realmente -respondí evadiendo su mirada.

No tenía la confianza suficiente como para hablar más acerca de mi con aquella chica, y aun así, no lograba recordar nada más que fragmentos aleatorios de una vidad que no estaba seguro que fuese la mia. Solo mantenía en mente a mi hija Dotty, a quien anhelaba ver desde hacía mucho tiempo. No podía dejar ir sus recuerdos.

-¿Estás planeando quedarte en este mundo?

Mi corazón se estremeció. Mis miedos afloraros y comencé a sudar.

-¿Por qué lo dices?

-No intentas hayar la forma de salir de aquí -respondió ella-. Si nos quedamos en un mundo como este tarde o temprano nuestras mentes colapsarán.

-Tu no entiendes...

De pronto ya no era una conversación. Maryse estaba enojada y no lograba comprender la razón.

-¡Tienes razón! No logro entender como puedes dejarte morir sin más. ¿A caso es lo que tu hija Dotty querría?

No me di cuenta hacía donde, pero Maryse se había ido. Aquella ciudad nuevamente estaba vacía para mi, y los fantasmas de aquellos humanos, no eran más que una simple ilusión de lo que antes había añorado. Un mundo vacío lleno de recuerdos que no quería recuperar. Supuse que lo mejor sería dejar de intentar alcanzar algo que sabí nunca pdría recuperar.

Caminé por mi cuenta mucho tiempo. Perdí la noción del tiempo y comencé a deambular. Noté que el cielo mantenía siempre la misma tonalidad. No importaban cuantas horas transcurriesen, el amanecer lograba perpetuarse do manera dominante. El viento seguía soplando como al principio, aún así, no lograba sentir mayor frío. Me pregunté donde estaría Maryse.

-Debería presionar el botón...

Aquel pensamiento no dejaba de rondar mi cabeza. Todas las emociones que se acumulaban en mi interior chocaban unas contra otras, buscando la manera de salir. No lograba aceptar que Dotty ya no estaba, y aun con la falta de voluntad, una voz en mi mente me impulsaba a no rendirme y a continuar buscando la salida que tanto deseaba.

Tras un largo camino, me topé con un riachuelo que desembocaba en un pequeño lago. Me di cuenta de que aquel riachuelo contenía algo muy diferente al agua que comunmente conocía. El liquido resplandecía, y al mismo tiempo transportaba dentro sí finos filamentos de colores incontables. Llamó mi atención inmediatamente y sin poder negarme, mis piernas se movieron por si mismas hasta el lago. En el borde, muchas siluetas humanoídes se reunían rodeandolo por completo. Entonces noté que Maryse estaba mirando fijamente al centro del lago. Como si estuviese ipnotizada. Nunca reparó en mi presencia. Entonces lo entendí.

-¡Maryse! -grité.

No escuchaba mi voz. Mis piernas no se movían, y mis brazos estaban inmoviles. De alguna manera, mi cuerpo me daba la sensación de haber perdido su voluntad, y más aun la mía propia. Intenté por todos los medios acercarme a ella, pero no funcionó. El líquido en el lago comenzó a agitarse. En medio algunas burbujas se dejaron ver. Las siluetas comenzaron a entrar en el agua, e incluso Maryse seguía la corriente de aquellos seres. A penas si me di cuenta de que incluso yo había entrado al lago. Me forcé lo más posible para acercarme a ella. De alguna manera mi cuerpo me permitió hacerlo. Las burbujas en medio se intensificaron, y en la suprficie pronto una enorme silueta comenzo a mostrarse.

Muchos de aquellos fantasmas comenzaron a ser tragados por el agua. Noté que eran arrastrados hasta el centro donde su hundían sin más. Nadie intentaba escapar de aquello que estuviese bajo el agua. Simplemente seguían caminando como almas sin rumbo a lo que yo anticipaba como una muerte segura. Una vez estuve lo suficientemente cerca de Maryse, tomé su mano con fuerza. Ella seguía viendo fijamente aquel líquido, y en sus ojos, solo se reflejaba un vacío enorme. Sentí como algo bajo mis pies me jalaba. Miré nuevamente el centro del lago, y entonces fuí consciente de quel monstruo. Una enorme críatura con dientes afilados. En su cuerpo numerosos poros desprendían vapor y dejaban caer aquellos líquidos multicolores que se movían libremente en el lago. Todos a cuanto arrasttraba bajo el agua terminaban en sus fauces. No podía permitirlo. Que Maryse muriese de una forma tan miserable.

-Lo siento Maryse... -Le susurré al oído.

Noté que recuperó la consciencia, pero ya era tarde. Aquel monstruo nos había arrastrado bajo la superficie del agua. El terror inundó sus ojos, y entonces presioné el boton.

Sin TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora