Sugar baby✒Muke

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¿Por qué no jugar un poco con el señor Hemmings?

Michael comenzó a dar saltitos al igual que un niño pequeño provocando roces entre su trasero y el miembro de Luke haciendo que éste tomara una profunda respiración.

Luke no pudo evitarlo y soltó aire que no notó que estaba reteniendo demasiado audible, captando la atención de algunas personas que aún se mantenían al interior del elevador.

Las personas constaban de una señora y dos hombres que iban inmersos en sus celulares tecleando mensajes.

Luke, con una erección ya notable, se auto obligó a poner sus dos manos en los hombros de Michael deteniendo su vaivén de arriba a abajo. Y ahora, con ansias esperaba a que el maldito elevador llegase de una vez al maldito piso uno.

Hablaría con su asistente para que arreglasen estas mierdas y las hiciesen más rápidas.

Michael hizo un puchero y se quedó quieto.

Okey, quizás no por ésta vez. Se dijo a sí mismo Michael y comenzó a observar como el elevador ya estaba por llegar a su destino entonces se alejó de Luke y se puso en frente de las puertas.

"¿No quieres que te ayude?" le dijo Luke saliendo de el rincón en el que se había encontrado desde un principio.

"No, si sé llegar a la salida" dijo Michael y se fue dejando tras él a un Luke confundido con el ceño fruncido mirando en la dirección en la que se iba.

¿No que el niñito no sabía como mierda llegar?. La salida quedaba como a tres pasillos y luego debía doblar a la derecha, le hubiera creído al chiquillo ése que se perdiera en el primer piso, enserio era un laberinto de pasillos y uno se llegaba, a veces, a desorientar.

Bueno, de todas maneras el tenía otras cosas que atender en estos momentos. Pensó y miró hacia abajo mirando su gran erección. Mierda, debía ocuparse de ésta ahora ya.

Luke ansioso esperó a que el ascensor se vaciase para cerrar las puertas de éste y presionar el piso de su oficina. Por momentos tanteaba aquella erección sobresaliente en su pantalón tratando de suavizar o apaciguar aquellas descargas que enviaban dolor a su bulto creciente.

Una vez el elevador se detuvo en su piso, bajó apresurado evitando los llamados y saludos de sus empleados, entrando con rapidez a su oficina y cerrando la puerta con seguro. Se encaminó hacia su escritorio y prendió su computadora metiéndose en el buscador y tecleando algo rápido. Mierda, enserio, no podía creer lo que estaba a punto de hacer.

¿Tan necesitado estaba que con un chiquillo se le paró y ahora estaba por masturbarse viendo porno?.

Enserio. Necesitaba liberar aquella cantidad de presión ejercida desde su última vez teniendo sexo, habían pasado cerca de un año y medio desde la última vez que tubo algún tipo de encuentro sexual puesto que su trabajo le privaba en su mayoría su tiempo libre.

Llamaría a su amigo para quedar de acuerdo y salir a un café con piernas o ir con una masajista con final feliz o alguna de esas mierdas. Necesitaba, enserio que si, tener sexo.