XVII

8 3 0
                                    

Al tener tus alas pensé que el dolor se iría, pero me equivoqué.
Tus alas, esas bellas alas fueron extirpadas cruelmente por tus propias manos. En ese momento supe, que habías cometido pecado.

El sueño de Emma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora