XIX

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«Emma no quiero perderte, por favor, di mi nombre.»
Tu voz, tu voz era otra al igual que tu cuerpo.
Ojos tan negros como la noche, pelo largo y plateado, cuerpo delgado pero con músculo por todos lados y piel escamosa.
«Ya no eres el mismo de antes Azgrid. Tu nuevo yo no tiene nombre aún.»

El sueño de Emma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora