[POV Nam]
—¡¡¡Nam!!!!!,¡¡¡apresúrate!!!!—Gritó mi primo Kai desde la sala.
—¡Ya voy, ya voy! —Le respondí también gritando mientras me acariciaba el cuello, colocándome perfume.
Bajé las escaleras, tomé las bolsas de regalo y las dejé en la entrada. Ese mismo día íbamos a una "fiesta para adultos", más bien el cumpleaños de un amigo de Kai. Cada año íbamos a la misma "fiesta" para liberarnos un poco del trabajo y las tareas domésticas.
Me di vuelta y me encontré con un sexy Jin bajando la escalera, vestido con pantalones de cuero, los cuales marcaban notoriamente su gran y redondo trasero, además de una linda camiseta blanca que resaltaba sus anchos hombros.
—Ya límpiate la baba y vámonos— Dijo Kai en burla al ver como estaba mirando a Jin. En serio se veía demasiado atractivo. Jin rió un poco debido a su comentario, lo cual me hizo fruncir levemente el ceño por las burlas hacia mi, para luego mirarlo y empezar a reír también.
Salimos de la casa con los regalos en mano y nos dirigimos al Taxi que nos esperaba afuera. Los tres sabíamos que íbamos a volver en "malas condiciones", y ninguno iba a permitirse manejar así.
Después de un silencio incómodo en el Taxi, llegamos a la discoteca donde el amigo de Kai celebraría su cumpleaños. Se veía como una gran fiesta; se veían las luces de los reflectores, además de que la música se escuchaba desde afuera.
Tomé la mano de Jin y la entrelacé con la mía, para luego entrar no sin antes dedicarle una sonrisa.
Dentro hacia calor debido a la cantidad de personas que había en ella, pero era soportable. Dejamos los regalos y caminamos un rato hasta llegar a una zona con sillones. Vi como Kai le pedía a un camarero tres tequilas para luego seguir hablando con nosotros. Hablamos de cosas irrelevantes con más de una mirada coqueta o insinuación entre Jin y yo.
Después de un tiempo con Jin decidimos ir a sentarnos a la barra a tomar un par de tragos nosotros dos solos. Al cabo de un rato Jin ya estaba borracho, en comparación a mi, que no había tomado casi nada.
Me pasé toda la noche escuchándolo decir estupideces y viéndolo bailar en la pista de baile, obviamente con esos pantalones de cuero que estuvieron torturándome todo este tiempo.
—Nammie~— Me llamó Jin acercándose lentamente hacia mi—Ven a bailar conmigo— dijo haciendo un puchero.
—Ya es un poco tarde, ¿No crees?—Dije agarrando mis cosas para irme, pero en ese instante noté como un tipo le miraba descaradamente el trasero a Jin— Vamos Jinnie.
—¿Por que?— Dijo aún con un puchero.
—Vamos— Lo agarré de la mano para arrastrarlo a la entrada mientras tomaba mi celular para pedir un Taxi, creo que los celos me estaban comiendo vivo.
Para cuando llegó el Taxi, nos subimos y Jin miro la ventana durante todo el camino, obviamente molesto con el hecho de que lo obligué a irse cuando él no quería, además incomodado con la presencia del conductor.
Al llegar a casa lo besé salvajemente sin cerrar la puerta aún, al inicio Jin no correspondía, porque seguía enojado, pero después de un rato correspondió rápidamente; creo que el señor del Taxi nos miró con asco, pero eso no importaba ahora.