[POV Hoseok]
—Hobi, estoy aburrido~— me dijo un pequeño y tierno Tae mientras hacía un puchero.
—¿Y qué quieres hacer?— Le pregunté a ese adorable chico que se encontraba echado en el sofá.
—mmm....No sé, ¿qué quieres hacer tú? — Me preguntó, mirándome con su característica sonrisa cuadrada.
Entonces se me ocurrió una idea. Me lancé sobre el cuerpo de Tae y comencé a hacerle cosquillas sin piedad.
—JAJAJAJAJA, HO-HOBI, DETEN-DETENTE— Logró decir entre sus sonoras carcajadas el pelirrojo —PO-POR FAVOR—. Suplicó, pero yo no me detuve.Mientras le hacía cosquillas accidentalmente rozamos nuestros miembros.—Ho-hobi~— Lanzó un gemido entre risas y placer.
Yo no pude resistirme y seguí frotando mi ya erecto miembro con el de él chico que estaba abajo de mí.
Nos mirábamos fijamente a los ojos ya sin reír, solo con sonrisas de idiotas. La situación se estaba prendiendo cada vez más, y yo también. Me acerqué a él para besarlo intensamente mientras seguía rozando nuestros miembros aún con los pantalones puestos. Mi lengua exploraba cada milímetro de su cavidad bucal, mis manos le recorrían todo el cuerpo, acariciando especialmente su cadera con mis pulgares a la vez que él acariciaba mi cabello y espalda con sus manos mientras que sus piernas estaban alrededor de mi cintura.
—Tae...— Dije con un tono sensual alejándome del beso un poco para seguir besándolo subiendo la intensidad del beso.
Nos separamos del beso para quitarnos la camisa y los zapatos con los calcetines. Nos observamos por unos segundos y nos miramos fijamente a los ojos.
Nos devoramos con la mirada y empecé a lamer su cuello, él gemía mi nombre alocadamente para cuando empecé a lamer uno de sus pezones mientras que con mi mano jugaba con el otro. Cambié de posición ahora lamiendo el otro y jugando con él anteriormente lamido.
—Mierda... Ho-Hoseok...— Gimió cuando baje lentamente mis besos hasta su vientre y con mis manos desabrochaba su pantalón y lo bajaba lamiendo por encima de su bóxer su miembro ya erecto.
Le quité el bóxer para lamer la punta en círculos y luego meterme toda la punta a la boca. Me ganaba los mejores gemidos en mi nombre. Tae enredaba sus dedos en mi pelo para controlar el ritmo que le gustaba.
Después de un tiempo de estar lamiendo y dejar que Tae controlara mi cabeza me detuve, haciendo que Tae me mirara extrañado. Metí tres de mis dedos en la boca de Tae sorprendiéndolo al momento, pero después comenzó a lamerlos sensualmente excitándome cada vez más. Hay veces en las que no entendía como podía resistir para no penetrarlo e irme.
Al momento en el que mis dedos estuvieron lo suficientemente lubricados los retiré de su boca le metí un dedo en su entrada para escucharlo gemir fuertemente mi nombre. Subí a besarlo rápidamente con la excitación a máximo nivel. Cuando lo sentí preparado metí otro dedo haciendo movimiento de tijeras ganándome un gemido con mi nombre en él. Agregué un tercero para escuchar otro más de sus hermosos gemidos agudos; podría estar así todo el día, pero ahora se venía lo mejor.
Saque mis dedos de él para quitarme los bóxers y poner sus piernas en mis hombros entrando con una fuerte estocada. El gimió de dolor y me miró fijamente mientras soltaba lágrimas de dolor.
—Aah... Tae...
—H-Hoseok... duele...
—Solo relájate...— Me agache para besarlo lentamente para calmarlo. Cuando sentí que se estaba empujando hasta mi miembro empecé a moverme lentamente lo que hizo que explotáramos en gemidos. Al pasar los minutos los gemidos de dolor de Tae se volvieron en gemidos de placer excitándome aún más.
— H-Hobi~... M-más...— Sus súplicas eran lo suficientes como para hacerme perder la poca cordura que me quedaba.Empecé a aumentar la velocidad de mis embestidas a medida que sus gemidos se volvían más fuertes.—Aah!!... Ahí... Hobi... ahí... M-más fuerte...— Empecé a dar en ese punto especificó repetidas veces. —A-Ah... Amor... E-Estoy cerca...
—Yo también...—Sentí como Tae se corría en mi abdomen y al sentir sus paredes tan apretadas me corrí dentro de él. —Tae...
—Te amo...— Dijo en un suspiro.
—¿Ya no estás aburrido?— Pregunté burlándome de él igualmente de cansado.
—Idiota...
—Yo también te amo...
Salí de él para darnos media vuelta lentamente y quedarnos dormidos.