❥|C a p í t u l o 34|

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SungGyu gimió con fuerza en cuanto WooHyun entró en él.

Luego de estar, aproximadamente, veinte minutos intentando acostumbrarse a los dedos de WooHyun, el menor le comunicó que estaba listo para pasar a la siguiente etapa. 

En aquellos veinte minutos WooHyun jamás había dejado de tratarlo con delicadeza y respeto, besándole todo el rostro, cuello y hasta hombros, y preguntando cada cinco minutos si estaba bien y si quería continuar. 

Aquellos gestos movieron el corazón de SungGyu, pues no se esperaba que él fuese tan considerado. WooHyun había comenzado colocando sólo un dedo dentro de él, pero nunca introdujo otro más sin tener antes su aprobación. Se había mantenido moviéndolos lenta y suavemente; primero de manera superficial, y sólo cuando veía que los músculos iban cediendo, profundizaba la penetración de los dedos. 

En el momento que SungGyu ya no sintió más ardor en aquella zona, le dijo a WooHyun que estaba preparado para dar el siguiente paso. 

Y allí se encontraban ahora. 

— ¿Estás bien? — Preguntó WooHyun, ahogando un gemido. 

Era consciente que si bien lo único que él podía sentir era placer y excitación, las sensaciones que SungGyu estaba experimentando estaban muy alejadas a las suyas. SungGyu probablemente sentía ardor, dolor, y vergüenza. Probablemente, a pesar de los esfuerzos de WooHyun para que disfrutara, estaba pasando un horrible momento. 

Y la verdad, aunque sus pensamientos sí eran ciertos, lo eran sólo en parte. Era acertado que SungGyu sentía escozor, pero no tenía encima ni una pizca de vergüenza. Ni tampoco estaba pasando por un mal momento, sin contar la incomodidad de tener un pene metiéndosele por el trasero. 

— ¿Tú que crees? — Espetó como respuesta SungGyu, cerrando los ojos con fuerza al sentir cómo un calambre insoportable le subía por el coxis hasta la cintura. 

— Lo siento...— Susurró WooHyun en su oído, sin mover ni un centímetro las caderas.  No se movería hasta que SungGyu le dijese que lo haga. 

— Está bien, idiota. — Intentó tranquilizarlo, pues la intención de SungGyu no era preocupar a su hyung. 

— Intenta relajarte más... — Volvió a hablarle al oído. — Estás muy tenso. No dejará de dolerte hasta que aflojes un poco los músculos. 

WooHyun estaba agradeciendo en ese momento el haber vuelto a mirar porno gay. Si bien no se había excitado con él, sí le había brindado mucha información. Información que servía, y de mucho, en ese preciso instante. 

— Qué fácil es decirlo cuando no tienes un pene que se te está metiendo por el agujero del culo. — Bramó con dificultad, haciendo reír a WooHyun. 

— Cállate e inténtalo. — Ronroneó, para luego besarlo detrás de la oreja. 

WooHyun comenzó a mover una de sus manos, rozándola en el costado derecho de su cintura. La pasaba también por el abdomen, delineando cada músculo sobresaliente y llegando hasta su ingle. Una vez allí bajaba un poco más, acariciaba levemente el glande del pene, y volvía a subir. A veces también se desviaba del camino hacia su esternón y brazos, pero siempre con la misma delicadeza. 

Mientras tanto, usaba la mano izquierda como apoyo para no recargar todo su peso sobre SungGyu. 

A la vez, mantenía su boca ocupada dejando un camino húmedo de besos, desde detrás de la oreja de SungGyu hasta su nuez de adán. Delineaba su mandíbula y subía para encontrase con la boca contraria. Callaba con besos lentos pero apasionados los insultos que SungGyu le decía por no dejar que él sea el activo, y luego seguía subiendo. Besaba con delicadeza la punta de su nariz, luego su frente, y luego volvía detrás de la oreja. Pero, ahora, del lado contrario a donde había empezado. Luego, intercalaba besos en dichos lugares aleatoriamente; alternando también entre chupones, suaves mordidas y lamidas. 

❥Gender Bender | ➳[WooGyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora