LA CORDURA DE LO ILÓGICO

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"Amo cuando el mundo se gira y tus pies se quedan pegados al techo, de manera que cierras los ojos y puedes ver los diversos colores que posee una simple mota de polvo... Adoro el paisaje amarillento de todas las miradas fijas de la gente que se queda atada al suelo, mirando hacia arriba, como mi cuerpo se queda a la altura de la lámpara.
Entonces mi mundo se llena de agua, desde la parte de arriba hasta la de abajo, siempre ilógicamente al contrario; es en ese instante cuando los cortes de mis muñecas, solo existentes en el mundo real, se transforman en bránqueas y yo puedo nadar para jugar con los alborotados cabellos azules y verdes de los observadores que aún quedan en el mundo cuerdo. Entonces me doy cuenta de sus inexistentes sonrisas, y de que cada vez había menos gente allí, y más gente nadando conmigo, todos faltos de sentido y amantes de los círculos cuadrados...
Más tarde la habitación se vacía, y solamente circula un potente y constante aire. Los habitantes de la realidad suben hacia nosotros, riendo y perdiendo el control cada vez más.
Todo es tan ilógicamente lógico y tan escandalosamente ordenado que nadie sabe su nombre, ni su edad ni como llegó aquí; solo yo lo , pero no se lo digo a nadie, porque eso es lo maravilloso... O bueno, no lo , se me olvidó hace tres segundos.
Solo conozco lo que todos no conocen, o eso creo... O creo no creer. Y así lo prefiero, porque sinó, ¿qué gracia tendría el ser un sin-juicio?"

SOLAMENTE PERSONADonde viven las historias. Descúbrelo ahora