05.

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Hyeon.

Mis ojos se sentían realmente pesados cuando los abrí por primera vez. Me llevé una enorme sorpresa al ver a E'Dawn tumbado junto a mí, en la misma cama, sin camiseta.
Me sentía totalmente desorientada pues no recordaba nada de anoche, excepto que nada en la fiesta salió bien y me marché camino al Mc Donalds más cercano.
Claro que recordaba el beso que nos dimos, al igual que también recordaba a mi mejor amiga besándose con un capullo y a E'Dawn con otra chica minutos después.
Me reincorpore com dificultad pues me sentía adoloridad. Masajeé mis sienes con el talón de mis manos deseando que el dolor de cabeza desapareciese o al menos no se intensificara. Vi que llevaba puesta una sudadera bastante enorme para mi pequeño cuerpo y la falda negra que anoche llevé a la fiesta.
Me levanté con cuidado de la cama para no despertar al chico de cabellos rubios que se encontraba junto a mí, para mi suerte en el lado de la pared por lo que no fue difícil. No tenia la menor idea de qué hora era pero el cielo comenzaba a tomar tonos naranjas lo que significaba que estaba por amanecer.
Escuché las sábanas revolverse y sentí una punzada en el corazón cuando vi a E'Dawn mirándome con sus pequeños ojos desde ésta. Estaba como ausente, supongo que por estar recién despierto, por no haber dormido mucho y por la resaca.
- ¿Qué hora es? -preguntó sentándose en la cama y agarrando sus cabellos con ambas manos.
- N-no lo sé... -murmuré.
Por un segundo pensé que volvía a mirarme, pero esta vez se fijó en los colores del cielo, como yo, y como si alguien hubiese pulsado un interruptor en él para activarle, se levantó rápidamente y buscó una camiseta por el suelo.
- Mierda, mierda, mierda. -repitió constantemente.
- ¿Qué pasa...? -me atreví a preguntar aún desde la ventana.
- Tenemos que irnos, ya. -su voz sonaba autoritaria.
- ¿Por q-
- Eso no te importa. -me interrumpió.
Notaba varias emociones en él, como irritación, preocupación y nerviosismo... así que no quise cuestionar su decisión y comencé a buscar mi camiseta para irnos lo antes posible.
- Te la daré cuando la encuentre, ahora vámonos, ya tienes mi sudadera. -dijo saliendo de la habitación a toda prisa.
Tomé mi móvil y le seguí a través del pasillo. ¿Qué demonios estaba mal con él? No podía irme sin pedirle una explicación. ¿Estábamos en un piso que no era suyo? ¿Habíamos allanado una casa? ¿Alguien había llamado a la policía? Un millón de incógnitas además de la conversación que teníamos pendiente sobre lo de anoche. No, no podía obedecerle así como así.

E'Dawn.

Que fuese tan temprano solo significaba una cosa y era que mi madre estaba por llegar. Mierda, se suponía que no me dormiría y la despertaría temprano para irnos. Lo último que quería era que Hyeon supiera sobre mi realidad. Había numerosos factores, cosas que podrían salir mal si se enterase. En primer lugar el resto del instituto podría enterarse, o ella sentir pena por mí, rayos, como odiaba ese sentimiento de ser bueno con alguien por pura compasión. Además, ¿qué imagen se llevaría de mí? ¿qué pensaría al ver que una mujer alcohólica era lo único que me quedaba como familia?
Por eso mismo traté de convencerla de irnos lo antes posible. Cuando buscó su camiseta mi corazón dio un salto. Si le puse aquella sudadera era porque no quería que se diera cuenta de los moratones en forma de manos que tenía o al menos no delante mía ya que probablemente no podría afrontar su reacción. Tenía tanto miedo de todo aquello que ni si quiera tuve en cuenta ni me pare a pensar en el hecho de que habíamos dormido juntos, cerca el uno del otro, en la misma cama.
Cuando ya cruzabamos el salón su pequeña y cálida mano sujeto mi brazo y me retuvo. Los vellos de mi piel se erizaron por el contacto y giré sobre mis talones para mirarla cara a cara.
- Tenemos que hablar. -me dijo tratando de que sus palabras sonaran firmes.
- No ahora, Hyeon.
- ¿Por qué no? Es el único momento que tenemos porque luego volverás a ignorarme como siempre haces. -me recriminó.
- Da las gracias porque te ignoro y no contribuyo a las burlas que hacen de ti. -sentencié y me giré para volver a caminar a la puerta.
- ¿Te refieres a como lo hacías antes?
Sus palabras cayeron sobre mí como una jarra de agua fría. Suspiré lo más sonoramente que pude y tomé su brazo firmemente para arrastrarla. Si no estaba dispuesta a salir, tenía que llevarla yo mismo, no podíamos estar allí más tiempo.
Cerré sin llave por si por algún milagro mi madre llegaba hoy algo menos ebria como para poder abrir la puerta y entrar en el caso de que yo no estuviese. Llamé al ascensor pulsando el botón repetidas veces como si eso fuese a hacer que llegase antes y luego lo golpeé con frustración.
- E'Dawn, tus nudillos... -murmuré.
- Ya sé cómo están, gracias. Vamos. -la tomé de nuevo para bajar por las escaleras. Silenciosamente me siguió.
Al salir estire el cuello y divisé mi coche a pocos metros del portal. Por suerte recordé aparcarlo cerca anoche. Camino a éste, sin mediar palabra, escuché una voz bastante familiar que a duras penas pudo decir mi nombre.
Aquello no podía estar pasándome...
- E'Dawn, te están llamado.
- Deja de decirme lo obvio, Hyeon. -dije frustrado- no sé quién es, no le conozco, ¿vale?
- Ella parece conocerte a ti.
Abrí la puerta del. copiloto para que entrase y yo me senté en el asiento del conductor, arranqué y me alejé rápido de allí. El nuevo álbum de 5 seconds of summer estaba sonando de fondo en la radio mientras ella miraba sus manos y jugueteaba con ellas, nerviosa. Yo solo esperaba cuánto tardaría que hacer las preguntas.
- E'Dawn...
- ¿Dónde vives? -me adelanté.
Me dio su dirección la cuál yo anote en el gps del coche y solo tenía que mirar la pantalla pequeña para saber por qué calles debía ir. Volvió a decir mi nombre y la miré por un segundo.
- Respecto a lo de anoche... -mierda, aquí venía. Ahora a mí me tocaba actuar lo mejor que me fuese posible.
- ¿Anoche? -pregunté.
- Lo que pasó...
- Yo no sé qué te pasó a ti, pero yo fumé y bebí demasiado hasta el punto de no saber lo que hacía. -me encogi de hombros.
- ¿De verdad? -notaba cierta decepción en su voz- ¿No recuerdas nada más?
- ¿Hay algo que deba recordar en especial? -le cuestioné.
Estaba siendo duro para mí. Odiaba decepcionarla con todo mi ser y a veces me cuestionaba si dañarla a ella y a mí mismo de aquella manera compensaba lo suficiente. Era mejor que dejarla entrar en mi vida, eso seguro. Saldría corriendo o con el corazón roto.
- No, nada... -seguía jugando con sus manos y ahora también con sus pies.
La animé a continuar, diciéndole que si había algo, debía decírmelo.
- Bueno.. yo... uhm.... un... -su manera de vacilar al decirlo como si hablase de una noche llena de sexo solo me dio ganas de besarla- ...un beso.
- ¿Beso? -hice como si intentase recordar- besé a tantas chicas anoche... como siempre, realmente, no creo que sea algo fuera de lo normal como para recordarlo en especial.
Creanme cuando les digo que decir aquello me dolió tanto como a ella probablemente. Estaba tan borracha como yo, nos besamos... nada más, no tiene por qué salir perjudicada de todo esto.
Sus manos se cerraron hasta formar un puño y sus nodillos se tornaron blancos.
- Eres un imbécil. -dijo.
- ¿Perdona? -me había pillado por sorpresa, debía admitirlo.
Revisé la pantalla del coche y quedaba poco tiempo para llegar. Con un poco de suerte no discutiriamos.
- Lo que has oído, ¿siempre tratas a todas las chicas así? Como si fuesen juguetes. Yo no lo soy, ¿sabes?
- ¿Por qué te pones tan histérica?
- ¡Porque ni si quiera lo recuerdas! ¡Solo sabes tratarme como la mierda! -esta vez su tono de voz estaba subiendo.
Odiaba que me gritasen, me traían recuerdos de lo más desagradables y no podía controlarme así que terminé gritandole yo también.
- ¿¡Como una mierda!?
- ¡Como si no tuviese derecho a nada! ¡He despertado en tu puta casa tras una noche en la que no recuerdo nada! ¡No me explicas si quiera por qué había tanta prisa o quién era aquella mujer!
Un momento, ¿acababa de decir que no recordaba nada? Hacía unos minutos me había mencionado lo del beso, eso significaba que... ¿no recordaba nada después de la fiesta? Mierda, ¿fue por el golpe del casco?
Cuando viera las marcas me pediría una explicación y qué coño iba a decirle yo. Yo no quería explicarle nada porque simplemente es superior a mí pero si no lo hacía podría pensar que fui yo. Joder.
- ¿¡También vas a ignorarme después de tratarme como el asco!? -esta vez su grito había ido demasiado lejos.
- ¿¡Como el asco!? Por favor.. ¡te he hecho un maldito favor! ¡Prácticamente te salvé pero estás tan a la defensiva que ni si quiera te importa!
Habíamos llegado a su dirección y me acerqué a un lado de la acera para estacionar el coche y permitir que bajase.
- ¿Tú? ¿Salvarme? -soltó una risa irónica- Por favor, ¿de qué?
- Mírate al puto espejo cuando llegues a tu casa. -le espeté seco.
Se quedó en silencio mirandome por unos segundos, luego bajó del coche y se dirigió a un edificio en el cuál ponía "Piso de estudiantes" en un letrero. ¿Qué demonios?
- ¿Qué haces yendo en esa dirección? -le pregunté lo suficientemente alto. como para que me oyese desde el coche.
- No eres el único con problemas, Hyo Jong. -respondió en el mismo tono, sin darse la vuelta.
Me quedé pensando por un tiempo estático en el coche, hasta que arranqué el coche y recordé que tenía que volver a la realidad, una en la que tenía una madre alcohólica.

Hyeon.

Subí rápidamente las escaleras. Al entrar en el apartamento las chicas se avalanzaron sobre mí cuestionandome con quien había pasado la noche o si había perdido la virginidad, pero lo cierto era que mi experiencia se encontraba bastante lejana a eso.
Me excusé con una sonrisa incómoda diciéndoles que estaba muy cansada y entré en el cuarto de baño, el cuál cerré con pestillo. Me deshice de la sudadera y vi las marcas que se encontraban en mi cuerpo. Algunas con formas de dedos o manos. Mi rostro palidecio por completo. Las imágenes de la noche anterior se fueron sucediendo en mi mente como pequeños flashes y comencé a temblar. La tensión se me bajó y me dirigí rápido al retrete donde vomité hasta sentirme casi desfallecida.
Sentada junto al váter, abrazandome a mí misma y dejando las lágrimas fluir, me sentí miserable.

• • • • •
Holu uwu al final hice un esfuerzo por escribir para actualizar cuando tocaba.

TENGO DOS PREGUNTAS PARA USTEDES:

-¿Qué opinan del comportamiento de ambos?
-¿Qué les gustaría que pasase?

Tengo algunas ideas fijas pero no. me importaría añadir algunas suyas como relleno, las tendré en cuenta, pero participen ^^ Chau ~

Nobody knows ❧『E'Dawn』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora