Confusión

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POV Haruka
No me importaba si este chico fue más pequeño de mi, él había que aprender a respetar las chicas, non a obligarlas.
Así que cuando estaba en frente de él le dije que no debía más acercarse a la chica en question. Naturalmente lo he dicho con una voz muuuy amable. Jajaj, ya se que ningún me crees. La verdad es que lo dije pues un poquito enojada, pero nada más sucedió entre nosotros, desde el chico se fue de el lugar.
Lo que aún recuerdo es la mirada que me dirigió aquella chica, creo que fue una mirada encantada, como si yo fuera uno de aquellos superstar para quien las chicas se vuelven locas.
No sabía porque, pero cuando me miraba así era como si yo sentía la necesidad de protegerla, de cuidarla.
Parecía tan pequeña con ese vestido azul, azul tan como sus hermosos ojos-
'¡En que piensas Haruka!' Me dijo mi subconsciente 'esta es aún una chiquita'
'Pero ella es tan linda y tan-'
'¡No! Ella no te puede gustar.'
'¡Oye! Esta bien, ella no me gusta.' Lo dije mentalmente aunque no era muy convencida.
'Por dios, faltaban sólo las batallas contra mi subconsciente y estamos bien.' Pensó irónicamente.
Lo que recordé de aquella tarde fue por supuesto la melodía de su voz.
Una melodía tan dulce que no la olvidare nunca.
"Mi nombre es Michiru Kaiou."
Me había dicho con una voz tímida y sacudida.
'Michiru Kaiou.' Sonríe antes este recuerdo.
Pero bajo en mi misma ya sabía que esta chica será en cierto alguien importante, aunque ella tiene solo 15 años.
Y sin realizarlo me quedé dormida.

POV Narrador

El día siguiente...

Michiru aún pensaba a lo que sucedió el día de ayer. El incidente ya estaba olvidado, lo que aún no podía olvidar era la hermosura de el rostro de la rubia.
'Haruka' pensó suspirando.
Lo que no podía entender era porque Haruka intervino en aquella situación. Y sobretodo, quería saber porque la mirada de aquella rubia encantadora era tan profunda.
'¿Pero porque cuando la veo, no puedo evitar de sonrojarme o de probar un fuerte calor en mi pecho?'
Desde no podía sacar la rubia de su pensamientos, canalizó todas las emociones que Haruka le despertó en unos hermosos dibujos, todos de un ángel rubio.
'¿Que hay que hacer contigo?'
Entonces regresó desde su pensamientos y miró el reloj.
Michiru solo suspiro y empezó a vestirse para ir al colegio.

x

Haruka esta mañana estaba de bueno humor.
Cuando entró al colegio saludo sus amigos y sobretodo su mejor amigo Hiroshi.
"Hola Hiroshi, ¿como estás?"
"Oye! Haruka, si estoy bien, pero creo que tu deberías estar mejor que mi." Dijo el con una mirada cómplice.
"¿A que te refieres?" Dijo Haruka confundida.
"Bueno, me contaron que ayer en la tarde alguien estaba en un bar en el centro y coqueteaba con una chiquita de el primer año." Dijo casi riendo Hiroshi. "Vaya, cuenta todo a tu amigo, ¿aún la aguamarina?"
"Hiroshi, ¿¡quien eres, Agente secreto?!" Dijo la rubia sonriéndole. "Pues no estaba coqueteando y esos son mis asuntos y no en el dominio público." Añadió fingiéndose ofendida.
Entonces Haruka se dio vuelta y marchó hasta su clase.
Hiroshi sólo la miró. "Como si no lo sabía." Murmuró sonriendo y se marchó también.

x

Las clases pasaron bastante velozmente, y de todos modos, la rubia no podía estar atenta.
"-Entonces lo que vosotros tienen que hacer es cuidarlos y hacerlos sentir bien." El ruido de la campana interrumpió el profesor.
"Bueno chicos, continuáremos mañana."
"Adiós profesor." Dijeron los alumnos.
Haruka por supuesto no había entendido lo que harían que hacer mañana, pero no le importaba mucho.
Sin esperar nadie más, tomó su mochila y salió de la aula.
Mientras estaba saliendo de el colegio, una chica le cruzó la vía y cayeron juntos.
Haruka se quedó completamente sorprendida, entonces empezó a mirar la chica con una cara divertida.
"Ouch, esto duele." Dijo la aguamarina sin darse cuenta de Haruka.
"Ven, déjate subir." Dijo Haruka quien no podía detener su risas.
"En cierto que nos encontramos casi siempre chocándonos." Sentenció la rubia.
"Jaja, si por supuesto." Dijo ruborizándose en frente a aquella rubia quien le estaba quitando el dormir desde el día que la conoció.
"Y dime Michiru, ¿que haces en tu vida así como dibujarme?" Dijo la rubia con una sonrisa coqueta y haciendo arder aún más las mejillas de la más pequeña.
"Yo no-" trató de articular Michiru, deslizando su mirada hacia el suelo adonde sus dibujos estaban dispersos por el corredor. Sintió como
sus ojos se ensancharon de repente y sólo quería colapsar entre el suelo.
Haruka solo se bajo para tomar los dibujos de Michiru.
"Yo, no quería-"
Haruka le sonrió y le habló. "Mira, este ángel rubio es muy hermoso. Sin embargo me gustan mucho los tuyos dibujos, jamás he encontrado alguien más talentoso de ti en dibujos."
Michiru levantó la cabeza a escuchar esas palabras y asintió con la cabeza.
"Oye, mi pregunta por lo que te gusta hacer es aún válida."
"A mi me gusta dibujar, tocar el violín, leer y escribir poesías o aforismos." Dijo mirando los esmeraldas de Haruka.
"Bueno, a mi me gustan las carreras, amo correr y me gusta tocar el piano, aunque no tengo mucha experiencia."
"Uh, ¿sabes tocar el piano de verdad?"
"Si, por supuesto. Hay muchos talentos." Dijo coqueta Haruka.
'Si, y uno de ellos es hacerme sonrojar.' Pensó Michiru con un poco de rubor en su mejillas.
"Y creo que esto es una de mis talentos." Afirmó la rubia convencida tocándole la mejilla. Entonces fue este el momento en que los esmeraldas cruzaron las perlas azules y ningún de las dos quería interrumpirlo.
El ruido de un celular lo hizo.
"Ya veo, uhm, Haruka eres una persona interesante, pero hay que ir ahora, hasta mañana." Le dijo sonriendo y se marchó.
"Esta bien Michiru, cuídate."
"Si." Michiru se dio vuelta y dijo "sin embargo el dibujo no era sobre ti." Y se fue riendo.
Haruka la miró con ojos divertidos.
"Tu realmente eres algo, Michiru."

Notas: Hola a todos! Finalmente tuve éxito en publicar un nuevo capítulo. Espero que lo disfruten, aunque es un poquito más corto del otro. En el siguiente capítulo insertaré más personajes y ya tengo un escenario en mente. Gracias por el apoyo y hasta luego!

El confín del deseo y el amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora