♡18.2.0(Extra)

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| Antes del viaje |


13:06

— Soo por favor, no fue mi intención vomitar y ser auxiliado por Baekhyun.

Me parecía ridículo que actuara como un adolescente celoso, pero podía entenderlo sólo porque Baekhyun lo trató mal en el pasado. Muy mal.

— más te vale que no te despidan, porque no pienso trabajar mientras tú estés tirado en el sofá, como una vaca engordando durante cada año que pase. ¿¡Me escuchaste!? ¡Tienes que volver a hacer esos documentos! ¡No te criaré! Te juro que me largaré con Jin y con el poco de dinero que tenemos. ¡Adiós!

No me dejó reprocharlo, ya que había tomado su maletín y bajó antes que yo del bus. Cuando reaccioné, las puertas ya se habían cerrado y tenía sobre mi todas las miradas de los pasajeros. Me disculpe para después pedirle al conductor que me dejara bajar en la siguiente parada.

13:39

— ¡Kyungsoo! ¡tú, niñato celoso! ¡Ven aquí y enfréntame!

Pude haber muerto al bajar en ese paradero desolado, las personas no dejaban de ver algo que tuviese valor en mí y maldije haberme puesto mi anillo de compromiso, tuve que correr para evitar ser robado. Nuevamente había sido berrinche de Kyungsoo, para que, según él, a Baekhyun le quede claro que soy su esposo, por eso debía llevar mi anillo a todas partes. Por fortuna tomé un taxi y en este momento planeo decirle por todo lo que tuve que pasar.

No estaba en casa, de seguro fue a recoger a Jin o fue a pagar algunas deudas.

Olvidé mi plan de venganza, que consistía en poner pegamento sobre su almohada, al tomar un baño con agua tibia. Colgué mi traje y cerré las puertas del armario.

Aproveché en limpiar la casa para que cuando llegaran, Kyungsoo esté un poco menos molesto conmigo. Si, lo sé, soy fácil de persuadir.

Entré a la habitación que utilizábamos como desván, mi curiosidad despertó al recordar lo que había dejado días atrás inconcluso. Aquella misteriosa cajita pedía ser abierta y no la ignoré. La tomé en mis manos y la sacudí un poco.

No, ¿qué estoy haciendo? La privacidad es lo que pido y no la práctico, pero, en un matrimonio, no hay secretos.

Papeles y fotos un poco arrugadas, era lo que estaba en esa lata. Sostener y observar una de ellas me trajo recuerdos melancólicos. Olvidé por lo que mi esposo pasó hace mucho tiempo, sufrimiento. Haber perdido a sus hijos no debió ser fácil para él, siendo un adolescente en ese entonces.

No soy psicólogo, así que no se si él debería seguir conservando estas fotos.

— Hannah era muy dulce, su mundo consistía en sonreír y ser feliz. Tuve miedo la primera vez que la sostuve en mis brazos, temía que mi piel fuera demasiado dura para una bebé recién nacida. No me arrepiento de haberla tenido como hija.

Me asusté al ser sorprendido por Kyungsoo, pero no debería interrumpirlo, tal vez no vuelva a hablar del tema nunca más.

— ¿por qué deberías arrepentirte?

— porque según mi madre era lo más repugnante en el universo, un terrible accidente, un gran estorbo y una vergüenza para los Do, haberla podido traerla al mundo. Mi bebé nunca le hizo daño a nadie, ¿acaso haber abierto sus ojitos en este planeta fue un error? El único error fue el haber sido yo su padre, ella sintió dolor al momento de irse de esta vida, fue devastador tener que organizar el funeral yo solo, lavé su cuerpecillo, a penas y pesaba. Ya superé la perdida, no soy un psicópata que matará a sus hijos, puedes dejar de mirarme así. Deja la caja en mi tocador con seguro, si Jin llegara a ver esas fotos se sentiría confundido.

Lo lamento; chansoo [𝗲𝗻 𝗲𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼𝗻]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora