Una visita a la galería de arte... (Ib/GarryxReader)

Parte 5: Una nueva compañera

Salimos del cuarto seguro a paso desconfiado, observando el pasillo por el que habíamos llegado con cierto recelo.
Dejé que Garry guiara el camino, mientras yo me quedaba atrás junto a Ib.

Caminamos largo rato, recorriendo habitaciones y resolviendo algún que otro puzzle (siempre topándonos con maniquíes y otros enemigos). Más de una vez tuve que ayudar al de cabello lavanda a mover maniquíes que se encontraban bloqueando nuestro camino.
Garry y yo conseguimos abrir una puerta, resolviendo el puzzle que preguntaba el nombre de una de las pinturas de la galería (el nombre completo de la pintura era "Deep Abyss", o algo así).
Marchamos hacia la puerta que acabábamos de abrir, y al entrar nos topamos con algunas estanterías y con un gran cuadro en medio de la pared posterior a la puerta.

Ib se quedó paralizada al ver el cuadro. Éste retrataba a un hombre y una mujer, aparentemente entre los treinta y los cuarenta años, con rasgos similares a los de la niña.

-Ib... ¿esos son tus padres?- indagó Garry, observando la pintura y a la pequeña alternativamente.

-Sí... ¿Pero por qué habría un cuadro de ellos aquí?- soltó Ib, con la voz un tanto temblorosa.

Guardé silencio, sin saber qué contestarle. Garry se aclaró la garganta, y le dijo que no se preocupara por eso, que seguramente no tenía ningún significado. Aunque pude presentir cierta inseguridad en su voz.
Los tres nos pusimos a investigar las estanterías que había en el lugar, buscando algún libro que dijera algo sobre cómo salir de allí. Ib, quien leía en voz alta, se detuvo un momento mientras observaba un libro. Presté atención cuando retomó la lectura, tratando de ver qué había encontrado.

-Y entonces, metí mis dedos en su... Y ella ahogó un...- leía la niña, entrecortando palabras.

Levanté la vista del libro que sostenía entre mis manos y la dirigí hacia Ib, con los ojos desmesuradamente abiertos por la sorpresa. Garry ya había ido hasta ella, y le había quitado el libro de las manos, cerrándolo con un movimiento brusco.

-Debes prometerme que no leerás cosas como esa hasta que seas más grande, ¿entendido, Ib?- soltó el pelivioleta.

Dirigí mi vista hacia él, y nuestras miradas se cruzaron. Recordé lo que la niña había leído, y no pude evitar imaginarme a mí misma representando esa escena junto al muchacho frente a mí. Me sonrojé al instante, y pude ver que él también enrojecía. Oh dios... ¿se habría imaginado lo mismo que yo?
Desviamos nuestras miradas de manera sincronizada, mientras Ib nos observaba sin comprender la situación.

-Ehm... creo que no encontraremos nada de utilidad en este cuarto- comentó Garry, luego de carraspear un poco.

-Sí, será mejor que continuemos nuestro camino...- acordé, encaminándome hacia la puerta.

Apenas salimos de allí dentro, pudimos ver unas pequeñas huellas rojas en el piso. Garry y yo intercambiamos miradas preocupadas, y nos dispusimos a seguir las huellas.
Fuimos conducidos hasta una puerta, la cual Garry traspasó primero, seguido por mí e Ib a lo último.

-¡Ah!- chilló él, al tiempo que tropezaba hacia atrás y chocaba contra mí.

Logré atajarlo a tiempo, pero por poco caigo de espaldas al suelo.

-¡Garry!- soltó Ib, al verlo.

Él recuperó la compostura y se disculpó por haber chocado conmigo. Luego, miró al frente y se disculpó con alguien más.
Levanté una ceja, extrañada, y me asomé por el costado del alto muchacho (ya que no podía ver a quién tenía enfrente debido a que su espalda bloqueaba mi visión).
Había una niña delante de nosotros, de la misma estatura de Ib, la cual nos observaba con mirada expectante y un poco de miedo.