Ella tiene que mudarse porque su padre consigue un nuevo empleo en Miami, ella al principio está aterrada pero luego conoce nuevos amigos, en su nueva escuela conoce a un chico que al principio le cae mal, hasta que un día eso va a cambiar.
El sien...
Me llamo Natalia Goméz Ramirez , vivo en España desde que nací, tengo 17 años y estoy terminando la preparatoria. Mi mejor amiga se llama Juliana Romero López. Mi novio se llama Dylan Johnson Smith, pero no estoy con él porque yo quiera, es por mis padres. El padre de Dylan es un empresario muy importante al igual que mi padre y hicieron algo así como un pacto en el que él y yo debíamos ser novios y tal vez hasta casarnos, en ese momento la empresa de mi padre estaba a punto de ir a la ruina, pero apareció el señor Johnson y ofreció ser socio de papá a cambio de que tuviera una relación con su hijo y papá por la desesperación acepto.
Hace poco mi familia abrió una nueva empresa en Miami por lo que nos tuvimos que mudar, aunque no quería dejar a mis amigos me encantaba la idea de conocer personas y lugares nuevos.
Hoy voy a conocer mi nueva escuela, se encuentra a unas calles de mi nueva casa.
Unas horas después...
Acabamos de llegar a la escuela y mis padres entraron a hablar con la directora, dejándome totalmente sola en una banca. De repente escuche una voz grave saludándome.
Era un chico muy guapo, tiene tez morena y la verdad tiene un cuerpo jodidamente perfecto, yo le respondí el saludo y comenzó a decir:
-Eres nueva aquí verdad, nunca te había visto.- se sentó a mi lado.
-Sí.
-Mmm y de dónde vienes nena.- dijo coqueto.
-Primero no me digas "nena" -Le respondí mirándolo furiosa, y haciendo comillas con los dedos en la palabra "nena"- Y segundo no tengo porque decirte.
Ante mi reacción él comenzó a reír, yo solo rodé los ojos. Un rato después de que aquel chico se fue, se abrió la puerta de la oficina de la directora en la que estaban mis padres. Ellos salieron diciéndome que empezaría hoy a estudiar.
Yo solo asentí siguiendo a la directora. Me llevo a el primer salón, para mi sorpresa ahí estaba, ese chico insoportable que acababa de conocer y para rematar el único asiento disponible era a su lado.
-Hola de nuevo nena- dijo en tono burlón a lo que solo rodé los ojos
Al terminar la clase un grupo de chicas, al parecer eran las populares del colegio, pasaron empujándome, haciendo que mis libros cayeran al suelo y una chica muy amable se acercó a ayudarme a recoger mis libros.
-Muchas gracias-dije sonriendo amablemente
-No hay de que, ellas siempre son así pero luego de un tiempo te acostumbras-dijo devolviéndome la sonrisa- Por cierto me llamo Vanesa Cortés.- dijo estirando su mano y yo la tome.
-Yo me llamo Natalia Gómez.
Durante los descansos que tuvimos estuve con Vanesa, es una chica muy divertida.
Cuando me dirigía a casa sentí como alguien tomaba mi brazo con fuerza, gire mi cuerpo rápidamente y unos segundos después me solté del fuerte agarre de aquella persona.
-Otra vez tú, que es lo que quieres.- dije molesta para luego seguir caminando.
-Lo siento niña fresa- dijo riendo
-Yo no soy ninguna niña fresa.- dije deteniéndome de nuevo enfadada.
Comencé a caminar de nuevo sin mirar atrás, mientras caminaba sentía la presencia del chico rebelde que acababa de conocer. Ahora que lo pienso no sé ni su nombre. Volteé hacia donde estaba él, caminaba con la cabeza abajo, la verdad es muy lindo pero es un completo idiota. No me moleste en dirigirle la palabra hasta que se me vino una duda a la mente.
-¿Porque me estas siguiendo?
-No puedo dejar que una chica tan linda como tu vaya sola.
Yo lo mire confundida. Primero se burla de mi y ahora trata de cuidarme, Dios este chico está loco, debería de ir al psiquiatra.
-Y a todo esto no me has dicho tu nombre.- dijo curioso.
-Me llamo Natalia- dije
-Yo soy Richard nena.- dijo molestando
-Que no me digas nena.- dije molesta
-Ok ok .- dijo mirándome. -Por cierto, lindo nombre como tu.- ante su comentario yo me sonroje
Seguí caminando hasta llegar a casa, invite a pasar a Richard pero él se negó despidiéndose de mí. Yo moví la mano en señal de despedida y entre a casa. Subí a mi cuarto y comencé con mis deberes de la escuela, cuando termine baje por algo de comer y después de un rato decidí llamar a Juliana, es mi mejor amiga desde que éramos niñas, hablar con ella era la mejor sensación del mundo.
En la llamada...
-Hola estúpida- dijo gritando
-Hola idiota. No grites que me dejas sorda-ella rió.
- Que tal tu viaje?. Y los chicos ¿son lindos?.- dijo picara.
-Pues muy tranquilo. Y pues si algunos.- dije riendo.
-Y tu nueva escuela?
-Pues es muy linda y todos son muy agradables con excepción de tres chicas que me empujaron saliendo de clase de mate, pero una chica me ayudo a recoger mis cosas.
-Ya ves te dije que no sería tan malo
-Además conocí a un chico muy guapo, pero es un poco insoportable y creo que es bipolar.
-Tan rápido conseguiste novio- dijo en su tono burlón.
-No es mi novio. Ni a amigos llegamos, además sabes de Dylan
-Nena, y tu sabes que no lo quieres.
-Pues si pero debo estar con el.
Estuvimos un buen rato platicando sobre estupideces o recuerdos hasta que tuvo que irse.
-Bueno tengo que irme tengo que ayudar a mi mama con algunas cosas. Ya sabes cómo es.-dijo algo irritada y yo reí.
-Jajaja si ya se. Ok salúdame a tu mama de mi parte
- Si yo le digo. Adiós estúpida.- dijo.
-Chau idiota.
Fin de la llamada.
Luego subí una foto a IG.
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