Capítulo 7

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Geno miraba nervioso a quien dormía su lado en aquel momento de manera dulce y serena.

Se sentía raro, pues estaba grande para "Pijamadas", y aún así Stave, Outer, Cross, Dreams, Ink y Blard se habían quedado a dormir.

Ink dormía escondido entre la bufanda roja del más alto, y éste observaba su cara en silencio recordando las estupideces que habían hablado aquella noche, Blard se había lucido sin duda y Stave parecía emocionado con cada palabra que soltaba a quien quería como hermano.

Era normal aquel afecto si casi que habían crecido juntos.

Miles de bromas y cosas melosas surgieron aquella noche. Blard dormía tranquilo en el camarote de arriba mientras que los demás dormían con sus parejas en sacos de dormir. Había sido una pijamada improvisada, pero todos tenían edad.

Excepto Ink.

— ¿Aló, Zephyr? ¡Hola! Sip, Ink está aquí. Se quedó dormido, ya sabes... Sueño pesado. ¿Ah? Sí, mañana yo le llevaré con nosotros al colegio, no se preocupe señor. Buenas noches, descuide, Ink está en buenas manos.

Error cortó la llamada y se dirigió a la habitación de su hermano, viendo a Geno acariciando la mejilla de Ink en total silencio mientras le observaba.

Error soltó una pequeña risa y se fue nuevamente a su habitación con Fresh a seguir jugando juntos.

Blard despertó un par de horas después tras un gruñido al escuchar sollozos y se dirigió a la cama donde ahora Ink se encontraba solo. Le arropó con delicadeza y acarició su cabeza unos segundos hasta verlo dormir, para luego asomarse por la ventana y hacer una mueca de disgusto.

Geno encendió aquel cigarro y se sentó en el pasto, dirigiendo su mirada al cielo estrellado y llevando una botella ya a la mitad de cerveza a sus labios. Aquel amargo líquido le quemó un poco la garganta debido a la mezcla de alcohol y tabaco, había perdido un poco de costumbre debido a que aquella acción ya no era habitual en su vida.

Se estremeció inevitablemente al sentir una especie de brisa cálida en su nuca, tardó unos segundos en notar que era una respiración y al girarse, unas manos fuertes tomaron de su cadera y se vio cara a cara con Blard, quien le sonrió levemente molesto. Una sonrisa algo incómoda.

— ¿Qué es lo que te decía antes?

— Que no bebiera...? —Preguntó Geno mirándole fijamente, casi buscando algo en aquellos ojos de mirada segura.

Ni tampoco fumaras.

Blard le quitó el cigarrillo y lo tiró al suelo, pisándolo para apagarlo, para luego tomar la botella de cerveza y dejarla en el pasto. Geno aún seguía mirándole.

— Jamás me gustó, gusta ni gustará que caigas en algún vicio, Geno.

— Lo sé...

— ¿Entonces? Dudo que se te haya olvidado todo lo que hablábamos en un pasado —Geno miró hacia abajo un poco apoyando sus manos en el pecho del más alto y se mordió el labio por mera vergüenza, pues él tenía razón—. No necesito que me lo digas para saber que no puedes negarmelo.

— Eres un idiota, Blard, no has cambiado...

— Y tú tampoco, Geno, y eso ¿sabes que significa?

Con su mano derecha, Blard tomó al más bajo del mentón y le acercó a sus labios de manera suave.

— Que te sigo amando tal y como la última vez que te vi.

El Chico Multicolor | GeninkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora