XVIII

25 1 0
                                    

Pasó un mes de aquella noche mágica, y viniste a casa a hablar con mis padres, te presentaste con ellos, explicaste que querías conocerme y tener algo serio conmigo, hablaron muy tranquilos y llegaste a buenos términos con ellos, para colmo justo en ese instante llegaron mis hermanas que también se unieron a la "charla".
Quedaste a cenar esa noche, salió todo tan perfecto que aún no podía creermelo. Mi familia tanto como yo se encariñaron mucho contigo.

Pero como siempre no todo iba a ser tan perfecto, un día me llamaste, te oías destrozado, te pregunté que pasaba y me dijiste entre llantos que irías a vivir a otra ciudad. Me quedé paralizada por unos instantes y cuando pude reaccionar al fin un mar de lágrimas desbordaron de mi cara sin parar, lloré todo el maldito día.  No podía creerlo, tampoco quería hacerlo por fin estabas a mi lado y debías irte lejos. Estaba destruida, mamá me notó mal y le conté que sucedía, ella también se puso mal conmigo.

Siempre JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora