XIX

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Pero no podía quedarme a llorar por algo que ya estaba decidido. Debíamos afrontarlo juntos y eso íbamos a hacer. Me prometí disfrutar de tenerte a mi lado al máximo hasta que llegase el tiempo de no estarlo más.  En el lapso de días que aún seguías aquí, cumplimos tres meses, me regalaste un kilo de helado y una tierna carta expresandome tu amor , mientras que yo te regalé dos dijes que eran para compartir. Eran nuestras iniciales yo tenía la tuya en un bracelete mientras que la mía (por lo que me contaste) la llevabas en un llavero. Esas dos últimas semanas que te quedarías aquí las disfruté al máximo contigo, fuimos a una fiesta juntos, salimos, fuiste a mi casa y yo a la tuya, en fin como había dicho las disfruté como mejor pude.
Tristemente, esos maravillosos días debían finalizar, tenías que irte ya.

Siempre JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora