~Kiwi~

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Cuando las chicas volvieron al salón, solamente decidieron sentarse en sus respectivos escritorios, siguieron hablando con sus otras amigas, por otros motivos ya no pudieron seguir hablando porque la clase comenzo.

—Alumnos, pongan atención, hoy nos trajeron a una alumna de intercambio que estará con nosotros hasta el penúltimo año de graduación. Quiero que le den la bienvenida a Theresa Jefferson—

De la puerta del salón, entro una chica alta, morena con un cabello bastante llamativo al igual que sus prendas —¿De que me perdí?— Sonrió burlona

—Señorita, puede sentarse donde usted guste—

—¿Donde guste?— Miro los escritorios hasta fijar la vista en Alexandra —Quiero ese de ahí— Señaló a Alexandra

—Señorita, ese esta ocupado—

A Theresa no le importó, vio a la maestra con una sonrisa algo maliciosa —Quiero ese—

—De acuerdo...Alexandra ¿Puedes levantarte y cederle tu asiento a la señorita Theresa?—

—Ugr no, hay un escritorio atrás—

—Oh lo lamento, quedatelo, necesitas esa vista, ni de puntillas lograrás ver al pizarrón—

Alexandra se levantó y fue con la nueva —No, más bien por tu pelo de trapo—

Aprovechando a que la menor se levanto, la contraria se fue a sentar a su lugar —Y~ a la próxima usa bien la cabeza—

Alexandra bufo y tomó sus cosas oara irse atrás.

Se la paso todo el periodo amargada esperando a la salida, no le gustaba ver a esa tipa ahí.

Mientras Theresa miraba a Jhen y decidió hablarle —Hey querida~ ¿Como te llamas?—

Jhen la vio algo confundida pero ella no era mal educada, prefería ahorrarse problemas —Jhen Laurens—

—Lindo nombre— Siguió con su sonrisa

—Gracias...—

Alexandra las miraba molesta y empezó a hablar entre dientes, maldiciendo más que nada a la morena por decirle esas cosas a su novia. SU NOVIA.

Al fin, la tan larga hora de clases acabo, y Alexandra pudo estar tranquila con ello, ya que, era salida. Ambas se irían juntas a la arboleda de siempre para hablar.

—Entonces le dije "no en mi baño"— Bromeó Jhen, pero no hubo reacción por parte de su pareja —Alexa...estas muy callada desde que vino Theresa ¿Sucede algo?—

—Nada Laurens, no tengo nada—

—Te conozco bien Alexa, algo te molesta ¿Acaso fue Theresa?—

—¡Si, Jhen! Eres una genio, dios...— La felicitó sarcástica

A la otra no le gustaba ver a su novia de malas, intentaría animarla ¿Pero como?

—Tsk oh bueno Hamilton, gracias por tu tan obvia contestación— Saco de su bolsa una bolsa de rodajas de kiwi —Entonces yo también te aplicare la ley del hielo— Empezó a comer de la fruta.

Obviamente era una trampa, ya notó como Hamilton la miraba de reojo, con antojo a su fruta.

A veces esa fruta la representaba, toda grotesca por fuera pero dulce por dentro, también por las cuales era una fruta que le encantaba.

Jhen siguió insinuandole con el kiwi hasta Alexandra no pudo más.
Mientras Jhen se metía casi uno a la boca, Alexandra hizo que volteara y mordió el otro extreño del kiwi.
Se empezó a acercar a la boca de la contraria haciendo que se sonrojara y finalmente unieron sus labios dandose un beso duradero.
Alexandra obtuvo ventaja, al comerse el kiwi, hizo que Jhen abriese la boca y pudieran probar más.

Jhen se sentía rara, era la primera vez que se besaban de esa manera y se sentía bien.

Ambas se sentían bien.

Besos de sabores [Genderbend Lams] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora