11. Me gustas.

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Allyson.

Era sábado, llevaba dos días pensando en los extraños mensajes que cada vez me llegaban más y más, lo cual, me llegó a molestar tanto que tire mi teléfono al mar. Por lo cual, estoy aquí, con mi Madre, comprando un teléfono nuevo. Gracias Mami.

Después de los mensajes que no han parado de molestar, viene Zack, quien tampoco ha dejado de molestar, no de una mala manera, se preocupaba por mi salud mental, incluso física. Se preocupaba por mis pensamientos, que tan lejos podían llegar, debería decirle que no se preocupara, que no haría nada estupido y que todo estaría bien, que yo estaba bien. Pero no, no volveré a mentir de esa manera, no a Zack.

Por otro lado, Maddison y su nuevo amigo con derechos, estaban a un lado mío, hablando sobre las cosas que podían hacer al salir de este lugar, sin mi. En serio, son los mejores. Podía ver como discutían sin parar, para luego, detenerse y besarse sin pudor alguno. También estaba Zack, quien estaba hablando con la administra...

Espera, ¿Que?.

Giré mi cabeza, él le estaba sonriendo, ella igual, estaban..¿Coqueteando?. Vaya, que inesperado.

Volví a girar mi cabeza, dejando mis pensamientos traicioneros de lado, poniéndole atención a mi Madre.

- Listo, ten tu nuevo celular. Por favor, no estropees este.

Me entregó mi nuevo celular, le sonreí. Mi madre nos dejo en el centro comercial, mientras que ella iba a su trabajo. Por alguna razón, todos estaban de buen humor, menos yo. Maddison intentó hablarme, la esquive, poniendo excusas ridículas, Jack ni siquiera lo intento, por otro lado Zack, aún no salía de la tienda.

Eso me enfureció. Y no tenía idea de por qué.

Vi una tienda de batidos, entré. Me senté en una mesa alejada del resto, Maddison se quedó a fuera del local con Jack, en verdad, hoy no quería ver a nadie. Hasta qué lo vi.

El chico nerd. Por así decirlo, Liam.

Se sentó en el lugar que quedaba en frente mío, sonriéndome, no me pareció una mala idea entablar alguna conversación con el, parecía manipulable a simple vista, era guapo, también parecía inteligente, también igual de sospechoso que todos.

- Hola, Allyson.

Cuando hablo, su voz me erizo la piel, quede sorprendida ante su voz, literalmente, era ronca. Él seguía sonriendo, parecía tranquilo, no pareció el mismo chico que en el instituto, ahora parecía diferente, más natural.

- ¿Que tal...?- hice como que olvide su nombre. - Ah, Liam.

- De hecho, muy bien. ¿Eres nueva en la ciudad?.

Fruncí el ceño. Este chico parecía totalmente perdido, todo el mundo me conocía, no solo por ser "La hermana melliza del chico que falleció en un accidente" o "El empresario más conocido fallece, dejando a su hija y a su esposa, solas". Si, mi familia es bastante conocida.

- En realidad, no. - respondí - Nací aquí, vivo aquí desde hace diecisiete años. ¿Y tu?.

- Si, llegue hace unas semanas. Siento si te incomodo, no conozco a nadie en esta ciudad, la verdad, no tengo amigos. Se podría decir, que tampoco tengo Familia.

Son Unos ProblematicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora