Eras Tú, O Nadie.

Ella.

La conocí una rara tarde, uno de esos días normales, cargados de muchisimas ganas de vivir, ella, una hermosa y sencilla joven, de unos 19 o 21 años diría yo, con ojos llenos de vida, quizas tristes, quizas anciosos, quizas era yo quien la veía con los míos llenos de soledad;

-Buenos días joven!
-Buenos días!!-contestó-

La ví y podría jurar que no quería ver a nadie mas de la misma forma, ni con esos ojos que ya desde ese instante le pertenecían;

- Mucho gusto, Tito
- Un placer Titorororo, repondío sonriendo con la sonrisa mas linda que ví, mi nombre es Dayana.

Eran al rededor de las 11:00, yo un pasante, ella igual, en un hotel de la ciudad, la había visto hacía una semana, cuando el Gerente la entrevistó, tenía una leve recuerdo, lo cual me sirvió;

-Viniste hace unos días a la entrevista ¿cierto?, pregunté para romper el hielo, no olvidaría tu rostro nunca, agregué.

-Wao!! Señorito, replicó ella, si, efectivamente, no imaginé que me recordaras.

Me retiré de la recepción, pero sé que me quedé en su mente.

Días mas tarde, luego de ires y venires, supe que tenía una relación, soy de los hombres que respetan eso, lo juro, decidí alejarme, ella trataba de hablarme y yo siempre respondía muy cortante aunque moría por dentro. Uno de esos raros días normales, coincidimos en una de las habitaciones del hotel:

-Titoo!!
-Dime, respondí.
-¿Que te hice yo?
-No, nada...
-¿Entonces?
-Pensé que no tenías novio.

Luego de eso salí de la habitación, ella me llamaba, pero no regresé. Ese mismo día nos encontramos en la zona de empleados;

-Eres un tonto!!, me dijo.
-Si, eso lo sé, respondí, ¿que tal tu relación?, pregunté.
-No va bien, no la llamaría una relación, es mas constumbre que amor.

Tipico de alguien que no te quiere apartar, en mi caso eso era un arma de doble filo, por un lado imaginaba que yo le gustaba, por otro pensaba que era el tipo de mujer que deja a lo que tiene cuando encuentra algo que le gusta mas, pero a pesar de todo, decidí ahora seguir.

Llegamos a un punto de confianza donde ella en 1 mes, mes y medio tal vez, ya sabía lo que me gustaba, y como me gustaba, igual yo, ella abriendome su vida, y yo enamorandome de cada cosa, ella mostrandome su infierno, y yo muriendo por quemarme.