Eras Tú, O Nadie.

Primera vez.

4 de agosto, fecha inolvidable, eran al rededor de las 10:30 de la mañana, no era solo ella o yo, era todo, todo conspirando a nuestro favor, solos en una habitación, besandonos como si no hubiese un mañana, sin hablar, en el punto maximo de excitación, hasta que unos compañeros tocaron en la habitación, mientras ellos bromeaban acerca de nosotros, yo maldecía acerca de ellos, es natural, era algo que no vivias cada día.

Ella subío al ultimo piso del hotel, yo ayudaba a la camarera del primer piso; 20 minutos mas tarde ella entró a la habitacion donde me encontraba, la besé frente a la camarera.

-¿porqué me haces esto Tito?, Me dijo
-no lo sé, respondí con la respiración entrecortada.

La camarera con mas experiencia que nosotros, hizo el papel de la celestina, recomendandonos la ultima habitación que haría ella, así tendriamos suficiente tiempo para resolver, si, porque era un problema lo que había en mi cabeza en ese momento, accedimos a ir, entramos, y si sintieran los latidos de mi corazón en ese momento, sabrían que ha sido el punto maximo en el que ha estado.
Luego de una sucesión de besos, me separó y me dijo:

-No sigas, juro que no aguanto mas.

La tomé por la cintura y sin decir nada la volví a besar, si ella no aguantaba, juro que yo no podía controlarme, sé que los dos sabiamos que sucedería, tenía miedo sí, pero mis ganas de hacer el amor con ella  eran mas grandes que cualquier cosa en el mundo en ese momento, intenté bajar su pantalón, ella me miró fijo a los ojos, y yo sin quitar mi mirada de la suya continué, no entraré en detalles, en realidad fue un poco rapido, pero nunca había vivido tan al limite como en ese momento, al terminar nos miramos a los ojos sin decir ninguna palabra, la abracé y justo cuando la solté, la camarera tocó a la habitación.

Todo era perfecto hasta que por la puerta del hotel ví entrar a su ex, la había invitado a almorzar, juraría que en ese momento me sentí el hombre mas tonto del mundo, solo miraba como los dos se iban juntos, antes de perderse de mi vista ella miró hacia mí, yo lancé una sonrisa de esas que muestras cuando por dentro tienes todos los infiernos activos, se que lo notó, ella se fué.

Traté de evitarla el resto del día, si ella estaba en el primer piso, yo subía al segundo, y si ella iba al segundo yo iba al tercero, así hasta que llegó mi hora de salida, salí del hotel, en realidad era mi ultimo día, bueno, eso decían los documentos enviados por la universidad, me despedí de todos, cuando llegué a ella le dije al oido:

-Adiós Dayana.

Ella me miró a los ojos e hizo un gesto de negación con la cabeza. Era un viernes, decidí caminar un rato para despejar la mente un poco, tenía todo de cabeza, mis sentimientos, mi vida.

Sabía que ella me llamaría, por lo tanto decidí apagar el telefono uno o dos días, en mi cabeza solo estaba el hecho que ella jugaba, y que era muy buena, carajo!!, como no me dí cuenta, fué esa la peor manera de aterrizar, luego de caerme de la nube donde ella me había subido.