Los días habían pasado cómo una ráfaga de viento, y ahora se podían notar a distancia los sentimientos mutuos que emanaban de aquellos chicos.El rubio no podía evitar pensar en la chica, aquellos ojos y sin mencionar su cedoso cabello.
- ¿Y...ya se lo pedirás? - mencionó Calum sentandose a un costado de él.
- Puede ser, pero...¿Y sino siente lo mismo que yo? ¿que tal si sólo hago un rídiculo?
Los nervios lo comían vivo, definitivamente él era del tipo de chico que no entendía señales femeninas y que tendía a perder a cualquier chica por ese defecto.
Se levanto del sofá y camino de lado a lado, pensando en que le diría.
(...)
Habían pasado dos horas desde que hablo con la chica, pidiendole encontrarse en un restaurante de comida china.
Tamborileaba los dedos contra la mesa impaciente.
Sus azulados ojos viajaron a la pequeña rubia que había entrado, se levanto de inmediato tratando de alejar aquellos nervios de su cuerpo.
- Luke...
- Bárbara.
Ambos sonrieron más que nerviosos, la rubia había notado aquel comportamiento extraño en su amigo y presentía algo bueno.
- Bien quería hablar contigo, sé que será algo...ammm...bueno, más bien quería preguntarte algo. - La rubia movió sus mechones rubios de su rostro y asintió, dandole a Luke más seguridad. - Nos conocimos hace poco por Instagram, pero ya hemos pasado casi un mes en Nueva York, saliendo y apoyandonos. Me gustaría...digo, si tú quieres...pedirte que fueras...algo más que una amiga para mí.
La ojiverde asintió con una enorme sonrisa en los ojos, entendía muy bien a lo que Luke quería llegar y sin más tiempo que perder lo beso.
Dandole aquel "Sí" que ponía al rubio nervioso.