📝 Destinado Al Infierno [찬릭스]

-Capítulo Tres; Extraño

Había salido de su casa con intención de ir a la escuela procurando que sus marcas no fueran notables a simple vista, ocultándolas como siempre. Tomó el camino de todos los días encontrándose confundido por ver tantas personas, más bien, tantas almas en el trayecto. El día anterior no se había topado con otros seres que no fueran del plano material y pareciera que en esos momentos todos tenían su atención puesta en él, desde vikingos hasta campesinos de la edad media, desde inmigrantes hasta nativos coreanos.

Esa era otra de las habilidades que le habían sido otorgadas en su nacimiento, ver almas, o andantes como él los definía. Prefirió ignorarlos y seguir su camino por más extraño que le resultaran los cuchicheos.

No le sorprendía que al llegar al centro educativo apenas hubiera alumnos y maestros, por más complicado que llegara a ser ese día, tampoco habría escapatoria al destino.

Una vez en la entrada, se sintió decepcionado al no ver a su mejor amigo esperando. En su lugar, se encontró con uno de sus compañeros de clase.

—¿Por qué esa cara larga, Lee?—Preguntó el castaño de mejillas regordetas.

El nombrado lo miró sin entender el sentido de la pregunta del mayor, no creía que, a diferencia suya, éste no se diera cuenta de lo que ocurría a su alrededor.

—No lo sé, quizás por el poco tiempo que nos queda antes de la guerra—Respondió con un tono sarcástico.

—Hey, vamos—Palmeó su hombro mientras caminaba a su lado—No es lo mismo encontrarse en un lugar que en otro. Aunque no podamos hacer nada en contra, hay que disfrutar de lo poco que nos queda—Animó el castaño con una sonrisa, emanando una energía extraña.

—Tienes razón...—Concordó, haciendo el intento de recordar su nombre mientras llegaban a su salón.

—Ji Sung, me llamo Han Ji Sung—Mencionó con un tono alegre, aumentando la intensidad en su aura.

Felix juraba que había sentido esa energía en otro lugar, incluso en otra persona. Pero lo ignoró por completo, creyendo que era a causa de un estrés momentáneo.

—Lo siento, no soy bueno recordando nombres—Se rascó la nuca nervioso.

—No importa, tampoco hemos interactuado mucho—Le restó importancia—Hablamos luego—Dijo el mayor entrando al salón.

Felix pudo sentir una gran alegría en Ji Sung cuando saludó felizmente a otro de sus compañeros de clase, éste tenía el cabello rojo y era parecido a un cachorro, reconociéndolo como Kim Seung Min. El australiano notó la forma en que se dedicaban sonrisas sinceras y miradas profundas.

Ambos tenían las almas de unos completos enamorados.

—¡Hey, Felix!—Lo llamó Hyun Jin.