Alma: La última guardiana

Capitulo 3: La casa del arbol, parte 1

 (Él es Alexander)

  No sé en que momento las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas, mojando la carta, pero sí pude notar desde el primer momento la mano de mi hermano sobre mi hombro, en señal de apoyo. Con los ojos todavía llorosos, lo miré: estaba totalmente sorprendido.

   -¿Nuestros padres?-murmuró Alexander perplejo, luego de un momento de silencio.

《Nuestros padres...》

   No había pensado en eso, con el shock de la carta. Nuestra madre nos la había escrito, antes de morir. Un millón de preguntas me invadían en aquel momento. Ya estaba vulnerable con lo de nuestro abuelo, pero ahora nuestros padres... todo en mi interior se estaba derrumbado a pedazos.

   -Es mucho para digerir-.dije por fin, para luego mirar a Alex-Me gustaría visitar ese lugar, para ver si está el portal.

   -¿No me vas a decir que creiste eso, Alma?-contestó Alexander con sarcasmo-¿Portales? ¡En serio! Esas cosas no existen.

   -¿Y cómo explicas que tu no puedes leer la carta, y lo que dijo el abuelo antes de... -No pude terminar la frase. Todavía no lo aceptaba, no aceptaba que se hubiese ido, pero sabía que tenía que hacerlo. Junte fuerzas para no desplomarme en un llanto desconsolado-antes de morir...- dije en un tartamudeo. Sequé unas lagrimas que agolpabanse en mis ojos y seguí hablando, aunque no del todo firme - Tan sólo vayamos a ver, no perderemos nada ¿No? ¡Estamos en vacaciones!-dije a modo de suplica.

   -Tienes razón en una cosa: yo no puedo leerla. Pero... ¿Segura que tu no inventaste esto?- contestó pensativo.

   -¡Claro que no!-repliqué enojada- ¡Sabes que jamás inventaría algo como esto!

   -Está bien, tranquila, no pretendía ofenderte, hermanita. Pero hay un problema: el bosque que está detrás de la mansión es enorme, hay muchos lugares para buscar y tardaríamos días-dijo abatido.

   《Marcus》

   -Marcus-dije, casi en un susurro.

   -¿Quién?¿El mayordomo?-preguntó Alexander algo confundido- ¿Qué tiene que ver con esto?-prosiguió, sin entender más que yo

   -Él fue quien me hizo acordar sobre la  carta y la llave, ¿Lo olvidas? Te lo dije cuando fui a buscarte al despacho para venir aquí. Dijo que sabía más de lo que quería y que, el momento indicado, nos daría algunas respuestas, o al menos eso entendí yo, no dijo nada claro

   Miré a Alexander, pero su expresión era indescifrable.

   -¿Cómo sabía él todo eso?-preguntó un momento después, petrificado por la sorpresa.

   -Esa misma pregunta me hice yo-. Le expliqué-Al parecer,Marcus y el abuelo eran realmente muy amigos.

   Alexander estaba apoyado sobre una de las estanterías, la decepción y el enojo estaban reflejados en su rostro 

  -¿Nos han mentido toda nuestra vida?-dijo, esbozando una pequeña sonrisa sarcástica y luego se tiró el pelo hacia atrás con las manos-¡No puedo creerlo!-casi gritó después, preso de la rabia.

   -Lo han hecho para protegernos-dije con tranquilidad, pero con un tono fuerte. Ya me había recuperado del shock inicial. El desconcierto del principio había sido reemplazado por una enorme curiosidad. Debía saber a toda costa que sucedía.

   - No sabemos si esto es verdad-lanzó Alexander al aire-. Yo aún sigo sin creerlo.

-Eso averiguaremos-le dije secamente-.Le preguntaremos a Marcus, tal vez él nos diga algo.