La noche estaba más fría de lo normal, afuera llovía a cántaros, el ventanal de mi cuarto daba una vista tenebrosa a la casa del vecino que murió hace dos semanas asesinado por quién sabe quien. Hoy mi mejor amiga que vive conmigo se fue a quedar con su novio Rubén dejándome sola y atemorizada por los sucesos de hace dos semanas.
Desearía no estar aquí.
Aunque comprendo que es imposible conseguir una casa tan grande como en la que habito con nuestro presupuesto, esta casa nos fue vendida con una rebaja porque Rubén nos la hizo ya que era vendedor de bienes raíces en ese entonces.
Estornudé y la luz se fue dándome un gran susto.
—Oh, carajo.— murmuro agobiada tratando de cubrir mi miedo. Un fuerte relámpago parte el cielo alumbrando toda mi habitación, mis dientes tiemblan al ver una extraña sombra a un lado de mi escritorio. Juro que no había nada cuando estaba la luz.
Lentamente bajo de la cama con mis piernas como gelatina, tomo mi celular que estaba usando minutos antes, enciendo la lámpara de este, alumbro a un lado del escritorio, me doy cuenta que no hay nada, sólo es la sombra de este que provoca la luz de los rayos y de las farolas de la calle.
Suelto todo el aire que estaba en mis pulmones en un suspiro aliviado. Limpio las pocas gotas de sudor que cayeron por mi frente al haber tenido miedo.
Palidezco y el sudor que quité vuelve a llenar mi frente en segundos. Un susurro invade la habitación junto a una lluvia más intensa.
—¿Te sientes insegura, preciosa?.— ese susurro rasposo y varonil, volteo lentamente sintiendo el pánico golpear mi cuerpo como un camión.
Un trueno escandaloso se abre paso y alumbra la habitación, el chico es alto, muy guapo. Ojos... ¿Mieles o cafés? Nariz respingada, blanco, cabello rubios sucio, largo y acomodado tras sus orejas, unos labios rosas grueso y unos blancos dientes. Es musculoso de hombros anchos. Trae un cuchillo en su mano, filoso y brillante, su ropa es toda negra, unos guantes de cuero negro, una chaqueta negra cerrada, un pantalón de mezclilla negro y unos botines de motociclista negros.
—Dicen que anda un asesino suelto— habla con diversión mientras sonríe y alza las cejas. Mueve el cuchillo de un lado a otro cerca de su rostro ya que su mano está empuñando el arma y sostiene su mejilla con los nudillos.—Dicen que asesinó al señor Fletcher, tu vecino... ¿No tienes miedo a que venga por ti?.— alza una de sus cejas cuestionando con diversión y un toque de sarcasmo.
_______________________
¿Chicas, les gustaría que hiciera una historia de esto?
¿O que un simple one shot que acabe en dos caps?
ESTÁS LEYENDO
Pequeñas Historias › Justin Bieber.
De TodoHay veces que simplemente quiero escribir otras pequeñas ideas, quisiera hacerlas una gran novela pero no hallo espacio en mi mente para darle seguimiento así que haré pequeñas historias de mi idolo y maybe otros más. Con amor Eva,xx Habrá contenido...