Pequeñas Historias › Justin Bieber.

No más amor.-

Veo todos esos post donde sale él con ella dándose esos besos en plena calle, aquellos besos que solía compartir conmigo solamente, mis ojos ya dejaron de tirar lágrimas hace semanas, ya no podían continuar dejando ir toda esa agua salada que me mantenía a raya. Teníamos dos años de una relación que era de amigos y novios, una perfección solía pensar pero las cosas perfectas no existen, pero podré decir que estuve cerca de ella así como el ateo que dice que dios no existe pero pasa lo peor y dios logra conectarse con el discípulo perdido. 

Llegó ella, según como reencontrándose con su vieja amistad pero fue más que eso, a las tres semanas se hicieron novios públicamente, luego llega y me dice: Sólo es para más fama, un contrato, corazón. Yo te amo a ti solamente. 

Vaya bola de patrañas, si no me engañó a mí ¿Por qué trató de engañarse él?

Hace poco la noticia de su compromiso se hizo la portada de todas las revistas, periódicos y redes sociales, siguió diciéndome que Scooter lo había planeado todo para su fama, aunque ni con Scoot se había visto cuando llegó, lo vio días después y se sorprendió hasta de verlos juntos en una habitación sin esa tensión que tanto los caracterizaba en esos momentos donde lo nuestro era una verdadera cosa de película. 

Yo realmente sentía que de verdad me amaba a mí aún estando con ella donde sea y compartiendo saliva como nunca, con sus manos juntas y sus mirada endulzadas conectadas. Pero me dejé de egañar yo cuando por lo único que venía era por sexo y a darme explicaciones que realmente no necesitaba porque la verdad estaba más asomada a la actualidad que al futuro.

Miro la nada comiéndome la cabeza con la realidad, con mi corazón roto tratando de ser unido por mi psicóloga interior, mi rostro no muestra emociones, ni una lágrima se asoma en estos momentos donde estoy dando por finalizado el capítulo de mi vida, aún no lo cierro porque necesito acabar lo que empecé titubeando en un "me amará o me destrozará". 

La puerta de mi cuarto es abierta, ese hombre que amo con todo mi corazón entra sonriendo alegre, se acerca sin saludar o preguntar, toma mi rostro entre sus manos y me besa, cierro los ojos disfrutando de su boca que será el último sabor del pecado que pruebe. Muevo mis labios delicadamente explorando todas las emociones que me hace experimentar, busco ese sentimiento de amor que siempre siento muy fuerte pero no lo hallo a primera sentida hasta que me doy cuenta que ese sentimiento cubre todo y es lo único que pasa desapercibido por ser inimaginablemente grande.

Aquí es donde repaso y me doy cuenta que lo que haré va a ser lo mejor; dejarlo ir a ser feliz con quien de verdad debe ser feliz. Se separa cuando ambos nos quedamos sin oxígeno, nos vemos en la misma posición con los ojos entrecerrados, sonrío tristemente sin alejarme, respiro su aire y me vuelo con su aroma. 

  —Ella sólo es un contrato.— susurra suavemente, sin dejar de sonreír tristemente asiento con cuidado. Eso ya no interesa.

—No importa.— lo vuelvo a besar unos segundos más, me separo y quedamos como antes.— Ya no más. Ella puede ser lo que sea tuyo, cuando quieras, cuando debas, cuando lo necesites.— susurro con mi voz tranquila y con esa felicidad triste. Sus ojos se muestran sorprendidos y después tristes. Sabe que me estoy despidiendo. 

—¿A-a qué te refieres?.— su voz tiembla en la pregunta pero no me doblego y continúo con lo que sé que está bien. 

—Tu ya no me amas.— musito más agudo sintiendo las lágrimas agruparse en mis ojos entrecerrados. Lo beso suavemente en sus labios inmóviles. 

—Sí lo hago, te amo demasiado, bebé.— susurra desesperado tomando distancia, me toma por los hombros y me sacude suave entrando en un estado nervioso. Niego.

—Ya no trates de engañarte, bebé. He sentido como cambiaste, he visto como de verdad tu felicidad es con otra persona.— no paro con la lentitud de mis palabras que me mantienen al margen.— Compartiste tu felicidad con la persona equivocada, osea yo. Te amo más que a mi propia vida y por ello estoy arriesgándome a dejarte ser feliz con el amor de tu vida.— le digo mientras me paro y le jalo los antebrazos sentándolo en medio de su shock. Doy unos pasos para atrás.— Debemos aceptar que nuestras almas no están cantando la canción correctamente. Lo hicieron por su momento pero ahora ambas están desafinadas... La mía principalmente, debo irme para que deje entrar a aquella alma que grita la lírica con perfección y fluidez.— una lágrima resbala por mi mejilla, tomo mi maleta que estaba hecha lista para largarme cuando acabara todo, cuando cerrara el capítulo. 

—Pero... yo te amo a ti.—susurra apunto de derrumbarse. Niego cerrando los ojos y dejando ir todo ese llanto que retenía con todas mi fuerzas que superaban las mundanas. 

  —No te engañes más.¡Yo ya no lo haré! ¡Lamento romper tu mundo de dos mujeres que tu corazón dice amar; realmente tu corazón ya dictó a quien eliges y no te has dado cuenta!.— me acerco rápido y tomo su rostro para ver aquellas pupilas cristalizadas apunto de desbordar.—Es lo mejor, créeme. Adiós... Te amo y eso es la verdad, no una mentira como que aún sientes algo por mí.— mis ojos lloran pero la sonrisa triste vuelve a surcar en mi cara. 

Es lo correcto. Repite mi mente al tomar mis maletas y caminar dejándolo solo en la habitación del hotel con una de mis pertenencias, la laptop donde escribí lo que realmente era amor. 

Dejarlo ir cuando debe irse. 

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Básicamente así está mi corazón, escribí sin titubear, sin respirar un -¿y si le cambio?-. Me he dado cuenta que yo no puedo hablar mis problemas, si no escribirlos en una historia como ejemplo pero la verdad solamente es una ventana para que la gente veo dentro de mí mente y de mi corazón. Soy mejor narrando como me siento en la ficción porque me inspiro con mi realidad.  

@@RuthPurpose , gracias por preocuparte, estoy bien y sé que siempre acabaré bien después de mis ahogadas emocionales.