Capitulo 9

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"My hero" capítulo 9:

Estuve así 1 hora, hasta que me quedé dormida, sintiendo las manos de Chandler secar cada lagrima que caía por mi mejilla.

Desperté en mi cama, tapada con la chaqueta de Chandler. Mi celular sonó, y ví un mensaje que había llegado recién.

“ No creas que esto quedará así. El rubiecito pagará, y tu también.” Intenté ignorar el miedo que me invadió, y me puse la chaqueta para ir a la cocina.

Sorprendentemente todo estaba en orden, e incluso parecía como si nada hubiera pasado, excepto por la estantería de la platería, ahora vacía.

Vi una nota en la mesa, era de Chandler.

“__________: feliz me hubiera quedado contigo, pero si no regresaba a casa mi mamá iba a armar un lío. Sobre Matt, llamé a la policía y vinieron a buscarlo, al parecer pasó la noche en la cárcel, aunque lo más probable es que lo hayan soltado por ser menor de edad. Asique ten cuidado por favor. Te quiero mucho, descansa, iré a verte luego de la escuela”

Vi la hora, las 11 de la mañana. Ya no valía la pena ir a clases, además aun estaba reacia a entrar al salón por lo de la broma de otro día. 

Revisé la casa rápidamente, mi hermano se había ido, y mamá también. Recordé lo que había dicho Chandler, y cerré con cerrojo todas las puertas de la casa.

Me tiré en el sillón a ver algo de televisión para distraerme, pero no podía concentrarme en lo que decían las personas en la pequeña pantalla, solo tenía mente para lo que había sucedido ayer. 

Era impresionante cómo Chandler seguía y seguía demostrándome que él había llegado a mi vida a salvarme, aunque me daba miedo quererlo tanto, ¿qué pasaría si él se iba?

Ya mi vida era un desastre, Alice seguía lejos, mi papá se había ido a su departamento, mis compañeros me hacían bullying, Matt buscaba venganza… Chandler era lo único que me mantenía sonriendo, sin él mi vida se iba al carajo.

´Pensando en eso, me quedé dormida en el sillón, y tuve un sueño extrañísimo.

Todo estaba negro, y dos luces cenitales me iluminaban a mí y a Chandler, que me miraba desde lejos, con una expresión de desespero. Quería sacarme de aquél lugar, podía notarlo en sus ojos, pero algo le impedía moverse. Dijo mi nombre en un susurro casi imperceptible, sin embargo mis labios estaban sellados poderosamente, y no podía responderle.

- _______, _______ – me llamaba con voz quebrada, llena de agonía – te quiero

Eso hizo un click en mi sistema nervioso, y de alguna forma fui capaz de moverme. Fui corriendo a sus brazos, y él se puso a llorar con real aflicción. Me presionaba fuertemente contra su pecho, como desesperado por retenerme ahí.

Luego, un estallido, y un humo denso empezó a llenar la oscuridad. Comenzó a rodearnos y Chandler me tomó la mano.

- Vive, _______ – Y todo cambió de negro a rojo, una llama gigante se puso en medio de nosotros, y Chandler desapareció de mi vista.

Desperté, porque sentí una sensación extraña en los labios. Abrí los ojos, y ahí estaba él, dándome un tierno beso.

- Hola – me dijo con una sonrisa. Me quedé mirándolo por un largo rato, su voz horrorizada de la pesadilla había sido tan clara que aún podía escuchar su susurro en mi cabeza. - ¿Pasa algo? – me preguntó con preocupación.

- No no nada… solo una pesadilla – se vio aliviado- tu aparecías

- Oh, esa sí que debe haber sido un sueño aterrador - 

- no te imaginas cuanto – le dije, y cambié de tema – dime, ¿fuiste tú quien ordenaste?

- No, Matt dejó todo limpio antes de irse – de nuevo con sus sarcasmos – obvio , claro que fui yo, _______.

- Y… ¿qué hacemos ahora?-

- Quería invitarte a la costa por el día, ¿qué te parece? Para que nos despejemos un poco -

Acepté encantada, y él me regaló una sonrisa de esas que me hacían derretir. Le avisé a mamá y fui a buscar mi traje de baño.

Tomamos un bus que demoraba 30 minutos en llegar a la playa, y él como se había levantado temprano, estaba muerto de sueño, por lo que apenas nos sentamos se quedó dormido en mi regazo, con mi mano entre las suyas. Me pasé todo el camino admirándolo enternecida, acariciando su pelo rubio y mirando su carita de ángel.

De vez en cuando soltaba un ronquido y no podía evitar reírme despacio, pero en un momento roncó tan profundamente que solté una carcajada y se despertó.

- ¿Qué es tan gracioso? – dijo con voz pajosa

- Roncas como un oso resfriado Chandler – me seguí riendo

- Claro, como tú eres perfecta. Sigue riendo y ya verás lo que te pasa en la playa eh? - 

- No me importa, y para que sepas soy el ser más imperfecto que vayas a conocer en tu vida-

Él me miró encantado

- Eso no es cierto, eres hermosa – dijo, y me dio un beso en la mano.

Llegamos a la playa, y apenas tocamos la arena, Chandler tiró todos los bolsos al piso, me echó a su hombro casi sin esfuerzo, y empezó a correr conmigo a cuestas

- ¡Chandler no, ni si quiera tengo traje de baño! ¡Chandler bájame! – le gritaba, pero me ignoró y me soltó en el agua. Estaba heladísima, pero ni me fijé porque empecé a perseguir a Chandler por toda la playa, hasta que lo atrape y lo abracé para mojarlo con mi ropa.

- Ay, ay ya ya me tirare, pero suéltame - 

- ¡Nunca! – y lo empujé al agua. Estuvimos jugueteando como niños toda la tarde, hasta que nos dio frio y fuimos a la arena a descansar. Me saqué la ropa mojada, y me puse el chaleco de Chandler encima de la ropa interior; no pude evitar notar que él me miró todo el tiempo mientras me cambiaba.

Nos quedamos ahí, escuchando canciones de foo fighters en su ipod mientras el sol se escondía. Él no soltaba mi mano.

- Gracias – dije tímidamente. Él me acarició la mejilla.

- Gracias a ti, cuando salté al río para sacarte nunca pensé lo que ibas a significar luego -

- ¿Una carga? - 

- Una linda personita que me hace feliz cada vez que me mira – Dios mío, ¿podía existir alguien más tierno en toda la galaxia?

Mi HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora