conociendo

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Me esta cansando todo esto... Pensé mientras me levantaba de la cama, mi madre me había dejado en el cuarto seguía desconcertado por mis sueños, y la nueva labor que se me había impuesto... Conciliador. Ni siquiera el nombre me gustaba. No tengo la más remota idea de como liberar al pueblo del mal que lo atormenta, y además, sí la última vez que encendí una antorcha casi pierdo un pie no me quiero imaginar lo que sigue...

Estos pensamientos iban invadiendo mi mente conforme iba haciendo mis cosas... Asearme, vestirme, comer e ir a clases...

No quiero entrar en detalles de lo que habíamos hecho en el colegio, era mi  segundo día, pero fue más de lo mismo, el ser introvertido era algo útil, simplemente andaba junto a Marta, el tiempo pasaba más rápido junto a ella.

Y el atardecer llego, junto a la culminación de ese día en el colegio. No le había contado nada de mis sueños a nadie, de todos modos ¿qué podía decir? ¿Que durante mis sueños despierto en algún lugar distante donde la oscuridad reina y yo soy un conciliador encargado de iluminar el mundo y salvar este pueblo que no tengo ni una semana de conocer?

A Marta la vienen a buscar, así que no la podía acompañar a su casa, dejándome algo de tiempo libre, así que decidí confirmar por mi cuenta lo que me había dicho Lambda, el cual era un nombre que tampoco me agradaba; sabia que era una letra de el alfabeto griego, pero no era un buen nombre, decidí darle un nuevo nombre al Anciano la próxima vez que lo encontrará, cosa que seria pronto.

Algo de lo que estaba seguro era que no podía seguir tomando gotas, me hacían dormir, pero si acortan el tiempo que permanezco en aquel lugar no era algo que quería seguir usando.

Entonces, para matar dos aves de un tiro, decidí estar todo el día haciendo ejercicio, tenia ropa cómoda, me permitía poder correr libremente, así que empecé a correr por el pueblo, tenia pensado conocer la mayor cantidad de personas posibles y ver si de verdad los demonios los atormentaban...

Y así empezó mi recorrido; pase por varios negocios y locales, presentándome y hablando con algunas personas entre ellas puedo destacar a Tony, un chico de 17 años que vendía periódicos por el centro de la ciudad, al parecer era el escritor de ese mismo periódico, me había dicho que uno de sus grandes sueños era ser un gran periodista, me agrado su actitud y le compre un periódico, seria una buena lectura antes de ir a dormir. También a Susana, una mujer asiática la cuál tenia un local de té, que dirigía desde que llego al pueblo junto a su padre, me pareció una mujer muy carismática, me pregunto que si me gustaba el local y asentí, tenia una atmósfera tranquila y una estética oriental que le daba un misticismo encantador a el local. Lo cuál la alegro mucho y me regalo una taza de manzanilla, y me empezó a contar historias sobre como antes el local era muy popular y mucha gente venia a el para pasar la tarde. Fue la parada más larga que tuve, conocí como 20 personas más, todas eran muy agradables, lo cuál me dejaba muy desconcertado.

¿No se suponía que todos estaban bajo los efectos de codicia, maldad, avaricia, etc? ¿Por qué todos eran tan amistosos?

Ya me hallaba cansado. Estaba atardeciendo, me fui a mi casa. Mientras caminaba, volvió esa sensación de sentirme observado, me detuve un momento y dirigí mi vista al cielo, me fije que estaba otra vez el cuervo vigilandome, aunque esta vez no me sentía mal, dio un par de vueltas al aire y empezó a volar.

No sé porque motivo decidí seguirlo, todavía tenía una hora para volver a casa así que simplemente seguí adelante. Se detuvo en un árbol a unas cuantas calles de donde estaba, era un cerezo precioso de aquellos que se ven en las películas con aquellas flores rosadas que resaltaban aquel árbol tan particular, me acerqué a darle un vistazo más de cerca, y al estar muy cerca, me fije que tenia los mismos símbolos extraños que había encontrado en mi casa, decidí dibujarlos en mi libreta, para intentar darles un significado, me aleje un poco y parecía que el cuervo no sé iba a ir de ahí durante un rato, así que me fui a mi casa.

Me hallaba ya cansado, espero poder dormir esta noche tenia muchas preguntas que hacer, y al parecer, una misión  por delante...

Diario De Un Insomne.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora