No tocó la grabadora en dos días, quedaban pocas grabaciones y eso significaba que él se habría marchado por completo.
No quería.
Se paseó por la sala, regresó a su trabajo, vio películas de amor hasta llorar y quedarse dormida en el sofá. Hizo todo lo que pudo por distraerse para no ver aquel aparato eléctrico donde su novio se encontraba temporalmente.
Pero no pudo. Pues dicen que la curiosidad mató al gato, y a Bianca también.
«Vamos por un helado, Bianca. Tengo que decirte algo.»
La voz con que Oliver le dijo eso le heló la piel. Parecía serio el asunto.
Como si de una cita se tratara, se viste con un vestido celeste, una chaqueta de mezclilla y sus tenis Vans. Sale de la casa, en ningún momento Oliver le habla. Todo en silencio. Llega a la heladería, pide un especial de chocolate y se sienta en la mesa con vista a la ventana.
Observa el alimento con impaciencia, esperando que la voz del chico apareciera. Pero nada. Molesta, adelanta la grabación unos 10 minutos, sin obtener resultados.Media hora después, la cinta se termina, su helado está derretido en el vaso, y Bianca tiene el corazón destrozado.
Oliver la dejó plantada.
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La Última Voz
Historia CortaEl cáncer fue la sentencia de Oliver, y la devastación de Bianca. Por lo que al morir su novio y mejor amigo, jamás creyó encontrar una grabadora con los últimos mensajes que él quiso decirle antes de su partida. •Historia corta. •Lectura rápida. •D...