Hogar dulce hogar

394 45 36
                                    

Abrí los ojos esperando lo peor; me había quedado inconsciente en medio de una horda, dejando a Chris solo, a cargo de mí.

—¿Estoy muerta? —dije mientras observaba mi habitación—. ¿Cómo llegué a casa? ¿O quizás todo el apocalipsis fue solo un sueño? Ya era hora de despertar de esa pesadilla... aunque extrañaré a Chris. Qué personaje más perfecto ha creado mi subconsciente.

—No estás muerta, ni es un sueño, y tampoco soy un personaje inventado de tu cabeza, y mucho menos perfecto —dijo una silueta, mirando por la ventana—. Menos mal que has despertado, Hana; nos estábamos preocupando —se dio la vuelta para dirigirse a mí—. Iré a avisarles.

—¿Avisar a quién? —dije, medio perdida, tocando las vendas en mi cabeza—. ¿Tú me pusiste esto? ¿Cómo encontraste mi casa? ¿Cómo lograste escapar de la horda? ¿Cómo pudiste correr conmigo en brazos? ¿Estás bien? ¿Estoy soñando?

—¡Hana! —se sentó en la cama y me apretó las mejillas—. Tranquilízate, no puedo responder tantas preguntas, pero pronto se resolverán todas tus dudas. ¿Puedes ponerte de pie? —me agarró de la mano para ayudarme, justo cuando unas personas aparecieron en la puerta.

Me quedé inmóvil, con una pierna fuera de la cama, mirándolos sin reacción alguna, como si fueran una ilusión. Miré a Chris, confundida, y con una cálida sonrisa de aprobación, me empujó hacia ellos. Di unos cuantos pasos tímidos, levantando la mirada para verlos extender los brazos con una sonrisa. Corrí hacia ellos con la poca fuerza que tenía, sumergiéndome en sus brazos entre sollozos.

—Mamá, papá... —Segundos después, abrí los ojos para ver a una pequeña criaturita escondida detrás de ellos, esperando ser notada.

—¿¡Rina!? —me agaché, emocionada, para acariciar su cabeza y abrazarla—. Mi preciosa hermanita. Mis padres me miraron sorprendidos por unos segundos, y no entendía por qué. Mi padre, Marvin, miró a Chris, señalándole con la mano para que hiciera parte de este bonito reencuentro familiar; sin dudarlo, aceptó la invitación y se unió al reconfortante abrazo.

Minutos después, nos sentamos todos en el suelo y comenzaron a explicarme lo que había pasado después de que me desmayara y cómo terminaron encontrándonos.

—Estábamos por la zona buscándote cuando escuchamos a Chris gritar tu nombre. No estábamos seguros de si podrías ser tú, pero no queríamos perder la oportunidad. Sin embargo, un solo grito no fue suficiente para saber vuestra posición con precisión. Comenzamos a dirigirnos hacia la única pista que teníamos, hasta que minutos después empezó a sonar ese... zumbido extraño. No sabíamos qué era, pero estábamos seguros de que estarías allí.

Cuando estábamos a punto de llegar, te escuchamos gritar y pensamos lo peor. Nos aseguramos de que desapareciera la oleada y seguimos las huellas de sangre, ya que eran las únicas que tomaban un camino diferente al de la horda. Llegamos a un callejón. Ahí fue donde encontramos a Chris contigo en brazos, escondido detrás de un basurero, exhausto y mareado. Al vernos, nos apuntó con una pistola, diciéndonos que no nos acercáramos, que no te hiciéramos daño, y segundos después se desmayó.

Mientras mi padre contaba lo sucedido, Chris apartaba la mirada, sonrojado.

—Te protegió hasta el final, y eso fue suficiente para traerlo con nosotros. Rina lo cargó en sus brazos hasta casa, y yo te llevé a ti; mamá nos protegía las espaldas —la miró con orgullo.

—¿Me llevó Rina...? —dijo el rubio, confundido—. ¿Pero, cómo? Tiene la mitad de mi tamaño.

—Sobre Rina, está infectada —añadió Marvin con total normalidad—, pero el virus no llegó a expandirse por todo su cerebro.

—Tu tía Elizabeth estaba preocupada por nosotros —empezó a contar Elena—, así que emprendió un viaje en coche con su marido para llegar a nuestra casa pocas horas después de haber empezado el apocalipsis.

—Pero las cosas no salieron bien; se quedaron sin gasolina —continuó Marvin—, y él acabó infectándose. Era un zombi, pero actuaba diferente en presencia de Elizabeth. No la atacaba ni le gruñía, nunca intentó morderla. La seguía en silencio y actuaba como escudo. Al tener a un infectado siempre al lado, ella pasaba a ser invisible para los otros, y así fue como llegó hasta nuestra casa, junto a su esposo.

—No era consciente de que solo era inofensivo con ella —siguió Elena—. Pensó que nos reconocería también a nosotros. Rina vio a Elizabeth por la ventana y salió de casa corriendo para saludarla; no pudimos detenerla a tiempo. Antes de que llegara a Elizabeth, su esposo se adelantó, abalanzándose sobre nuestra pequeña —hizo una pausa para acariciarla—, mordiéndole el brazo.

—Luego de eso, papi salió a separarme del monstruo —empezó a hablar la pequeña—. Me dolía mucho, no me acuerdo de más. Solo despertar.

—La llevé en brazos de vuelta a casa. Estuvo varias horas inconsciente mientras la veíamos cambiar, pero ninguno fue capaz de... eso. Era nuestra pequeña, así que solo esperamos. Acabó despertando, distinta, pero seguía siendo nuestra hija; sigue siendo ella.

—¡Y ahora dice mami que soy una súper niña!

—Como ya te habrás fijado, despertó con el ojo derecho completamente negro, con venas oscuras rodeándolo. Al parecer el virus solo llegó a infectarle el globo ocular. Poco después descubrimos que tenía una increíble agilidad y fuerza. Nuestra bebé ahora está más en forma que nosotros.

—¡Eso es genial! —le desordené el pelo a la pequeña—. Ahora eres toda una rebelde.

—Sinceramente, tu padre y yo dudábamos de cómo reaccionarías al verla, si la aceptarías.

—No importa qué aspecto tenga o si ha cambiado, sigue siendo mi hermanita y la sigo queriendo muchísimo —dije mientras la miraba con dulzura, apartando un mechón de su frente.

—Gracias, Honi —respondió llena de alegría, con una voz un tanto zombificada.

—Es lo mínimo que podría hacer, pequeña... Y por cierto, ¿qué pasó con la tía Elizabeth?

—Está abajo, probablemente siga mirando por la ventana en busca de su esposo. Esa situación... le ha afectado bastante. Le avisaremos de que ya estás despierta; quizás necesite una buena noticia para animarse.


Sonríe más, nunca sabes si le puedes mejorar el día a alguien por tu acto de bondad, por tu cálido gesto o por esa sonrisa tan bonita que tienes :) 

<3

Lluvia RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora