Where's my love? [Reylo A.U.] [Lemon/Smut]

18

Rey llegó a casa. Estaba agotada, había pasado toda la tarde de pie supervisando la producción, nunca creyó que  terminarían tan tarde. Ahora sólo pensaba en llegar, ducharse en su bañera y dormir hasta la tarde del día siguiente. Cuando buscó sus llaves en su bolso recordó que las había dado a Kylo para que llevará a su conejo cuando terminarán de lavarle el estómago. Giró la perilla esperado que la puerta estuviera abierta, y por suerte lo estaba. Al entrar notó que estaba sentado en  el sofá, para esa hora de la noche esperaba que ya se hubiese marchado, manejar a oscuras podía ser peligroso. 
Camino hasta él y vio que era acompañado por el conejo Kylo, ambos dormían. Sin pensarlo dos veces sacó su teléfono y les tomó una foto, sonrió al ver el resultado. Ese sería su nuevo fondo de pantalla.
Mientras miraba la foto, su teléfono comenzó a sonar, contestó las llamada.
-Aló...
-¿Querida?
-Abuela, ¿Qué sucede?
-Obi y yo estamos a unos minutos, tuvimos un pequeño problema y estamos en la ciudad.
-¿Todo está bien?- dijo Rey mientras salía al balcón.
-No del todo.- la voz de su abuela se escuchaba preocupada -Iremos acompañados ¿está bien?
-Sabes perfectamente que no puedo decirles que no.
La situación y preocupación hicieron que a Rey se le olvidará el que estaba acompañada, por lo menos no estaba en paños menores o haciendo algo comprometedor con su amado Kylo Ren. ¿Debería despertarlo o dejarlo y esperar a que lleguen para presentarlo?, pensó mientras miraba hacía dentro. Decido dejarlo dormir, fue por una manta a su habitación y regresó para cubrirlo. Cuando vio, El conejito ya no estaba con él.  Le colocó la manta cuidadosamente, al tacto con su piel el despertó, le sonrió la miró a los ojos como rogando que lo basará. En ese momento Rey se imagino como el príncipe que llegaba a despertar a la princesa durmiente, río nasalmente a la imagen mental que se había creado.
Entre sus sonrisas, Ren la atrapó con un beso, uno pasional  donde jugaban con sus lenguas y repentinamente se morfina ligeramente los labios, sólo se separaban ocasionalmente para respirar. El sonido del timbre hizo que recobraran cada quien su compostura, aunque Ren tuvo que ocultar su excitación con la manta.
-¿Esperas a alguien?
-Mi abuela acaba de llamar, dijo que vendría.- comenzó a caminar a la puerta de entrada -Deberías ir a mi habitación a descansar.
-Seria muy grosero de mi parte no conocer a tu familia.- la miró pensativo -¿Saben de nosotros?
- No, no lo saben.- el timbre volvió a sonar, observó por la mirilla de la puerta, al ver a sus abuelos abrió.
Los dejó entrar, A ellos y un par de personas que se le hacían familiares. Su abuela la abrazó de inmediato, le besó la mejilla. Rey le correspondió el abrazo, y juntó con ternura si mejilla a la de su abuela. Su abuelo sólo le colocó las mano sobre su cabeza, esa era la más grande caricia que podía esperar de ese hombre que parecía tan sabio.
Ren se puso de pie en cuanto escucho que llegaron las personas, caminó hasta ellos pasando a un lado de la cama del conejo Kylo, al mirarlos se quedó mudo, fuera de lugar, y la incertidumbre creció cuando vio a su madre y a su tío junto a ellos.  El hombre tragó duro, se aclaró la garganta y trató de articular palabra esperando que milagrosamente  las palabras borrarán. Extendió la mano esperando a que no le temblara.
-Buenas noches, Señor y señora Kenobi.- Obi-Wan recibió su saludó, los recién llegado estaban confundidos. El viejo de barba canosa estrujo su mano lo más fuerte que pudo, hubiese querido romperle los dedos en ese momento si fuera posible.
Cuando se soltaron las manos, Ren fue a saludar a su madre. La abrazo y besó su frente con ternura. Rey solo miraba la extraña escena confundida.
-¿Ya se conocían?- preguntó Rey.
-Si, por su antiguo nombre ¿cierto Ben?- dijo Obi-Wan.
-¿Ben? ¿Qué no su nombre es Kylo Ren?
Una mujer mayor se acercó a ella, la abrazo con ternura, casi sintió que era su madre quien la abrazaba.
-Me da mucho gusto volver a verte, Rey.
Satine interrumpió un momento el saludo que le estaba ofreciendo la mujer.
-Rey, ellos son Leia y Luke.
-¿Los hijos del héroe de guerra que peleo junto al abuelo en las guerras clone?- dijo Rey mientras los analizaba cuidadosamente – Yo los recuerdo.- dijo Rey abrazando fuertemente a la mujer -Hace mucho que no los veía, Leia.- la soltó y fue a abrazar al hombre que la acompañaba. -Luke, maestro.
Ahora el confundido era Kylo. Quien se sobó la nuca tratando de hilar las cosas. Algo era claro, Rey conocía a su madre y a su tío, y los Kenobi eran sus abuelos… por lo que….
-Eres esa Rey.- le dijo buscando su mirada.
-Si Ben,- Dijo Leia -Es la pequeña Rey, la niña que jugaba contigo en tu adolescencia.
Todos pasaron a la sala para continuar con su conversación, tomaron asiento. Rey en medio de sus abuelos, Luke y Leia juntos y Kylo sólo en el sofá pequeño.
-Te has convertido en una hermosa mujer, Rey- las chica bajó la mirada ante las palabras de Leia.
-Por lo que veo, continuaste pintando.- Dijo Luke.
- Así es, todo gracias a usted, Maestro Luke. Si no me hubiese ofrecido un pincel y papel en ese entonces…- bajo la mirada de nuevo, después la levantó y miró por la ventana – No sé que habría  sido de mi. 
Continuaron su charla, hablaban sobre la infancia de Rey, y lo difícil que había sido par ella haber perdido a sus padres años después. Recordó como jugaba con un niño mayor que ella al que quería como su hermano. Las risas al recordar las travesuras eran tan recurrentes que ocasionalmente ambos, Rey y Ren, se apenaban al recordar lo que llegaron a hacer de pequeños.
Ambos se miraban ocasionalmente, ninguno sospecho o imagino que se pudieron haber conocido en el pasado, que jugaron juntos y que él la cuidaba como lo había hecho hasta ese momento. Algo más crecía en el corazón de ambos, un sentimiento que iba a más allá del que ya sentían el uno por el otro.
-Entonces un día dijo: Ya no me quiero llamar Ben Solo, quiero ser Kylo Ren.- dijo Leia soportando la idea de que su hijo no se hiciera llamar como ella lo había nombrado – Se hizo llamar así en preparatoria y cuando tuvo la edad se lo cambio legalmente.
-Por eso no lo reconocí.- dijo Rey -Es muy diferente a ese entonces.
-Es cierto- Respondió de nuevo Leia, ahora con un toque de melancolía. -Por cierto hijo, ¿qué haces aquí?
-Le hice favor de cuidar a su conejo mientras trabajaba.- Respondió sin titubear.
- El pobre conejo se comió un tubo completo de pintura, tuvieron que limpiarle el estómago.- explicó Rey. -Es verdad. Abuela, dijiste que las cosas no estaban bien ¿Qué pasó?
-Nos buscan los Moradores de las Arenas.- Respondió Satine.
-La familia de Tahiri.- dijo Kylo.
- Así es.- dijo Leia mirando a su hijo a los ojos.