Historias Cortas

Para Él

Un día soleado que no combina con el ánimo que cargo.

Querido amigo,

Esta es la última, lo prometo, esta es la última vez que te escribo. Esta es otra de las muchas cartas ya escritas que jamás han sido mandadas pero hay una diferencia esta vez. Esta es la última. No lo he descubierto cuando simplemente tome el papel y escribí tu nombre. No, tampoco lo he descubierto cuando desperté esta mañana o cuando encendí la radio para escuchar nuestra canción una vez más.

Lo he descubierto cuando realice todas estas acciones y tu nombre no vino a mi mente, lo he descubierto cuando nuestra canción se volvió solo otra canción desgastada que estoy harta de escuchar. Lo he descubierto cuando escribí tu nombre y no me causo ningún revoleteó y por último lo descubrí cuando desperté esta mañana sin notar tu ausencia. Lo he descubierto cuando me mire el espejo y no me molesto mi apariencia y voy a decirte algo querido amigo, me gusta cómo se siente saber que no habrá más cartas sin destinario.

Se siente asombroso saber que ahora estas solo, al final. Pero no digo que se sienta asombroso porque guarde rencor, no lo hago. Se siente asombroso porque al final todos sabíamos que ella no te merecía, quizá ni siquiera yo lo hacía, pero me alegra que no me hayas elegido porque me diste la lección más fuerte de la vida amigo mío; Me enseñaste a caminar aun cuando mis huesos estaban rotos y a fabricar una máscara de sonrisas falsas.

Porque a pesar de todo hoy te agradezco las lágrimas como una vez dije que lo haría, porque hoy soy feliz y más fuerte.

Me voy por ahora, ten una feliz vida amigo mío. Espero que encuentres a la chica que te ponga más cerca de la luna e ilumine tu vida con una sonrisa, espero que la conozcas pronto.

Gracias por haberme querido y darme la confianza que necesitaba.

Te quiero, te querré y luego ya no.

Algún día.

Hasta pronto primer amor,

Que el destino sea el verdadero destinatario de esta carta.