Capitulo 6: Desayunos y disculpas

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Abrí mis ojos lentamente, el sol entraba por la ventana pegando directamente en mi cara, me dispuse a levantarme, me dolía la cabeza y no sé si era por el alcohol que bebí o la “cosa” con Travis.

Sí, ayer decidí llamarle la “cosa”, porque llamarle beso me ponía los nervios de punta.

Refregué mis ojos y divisé a Chloe esparcida por toda su cama con el maquillaje corrido, se veía graciosa… Si los chicos la vieran así no la atenderían ni en un millón de años.

Caminé hacia la ducha y dejé que el agua caliente se llevara el resto de sueño que me quedaba. Hoy era mi día libre así que opté por unos cómodos shorts, una camiseta negra y unos zapatos deportivos. Salí del baño y Chloe ya estaba  despierta lanzando maldiciones al aire.

-No bebo nunca más.- Chloe se levantó y tocó su cabeza con ambas manos luciendo afligida.

-No llevamos mucho de conocernos pero podría afirmar que eso es mentira.- Tomé una pastilla de mi escritorio y llené un vaso con agua del lavamanos.- Ten, luego me agradeces.- Le entregué el vaso y la pastilla, accedió sin rechistar.
-Por cierto, ¿Qué te pasó anoche? Me dejaste preocupada con tu mensaje.- Dejó el vaso en la mesita de noche y me miró con preocupación.
-Tuve un altercado con mi amigo, me enfadé y me fui, sólo eso.- Era pésima mintiendo, bueno no era del todo mentira, así que me giré a ordenar mi cama para que mi rostro no me delatara.
-Te ves incómoda, así que no preguntaré más.- Chloe toco mi hombro rápidamente mientras se encaminaba al baño.- Desayunemos, yo invito.
No esperó mi respuesta y cerró la puerta, luego de unos segundos se escucho el agua correr.

Supongo que tomó mi silencio como un sí.

-Quiero unos panqueques y un café de vainilla por favor.- Le dijo Chloe a  la chica.
Ésta última me miró esperando que le dijera lo que iba a ordenar para anotarlo en su pequeña libreta.
-Unos waffles y un café con leche estaría bien para mí.- Le sonreí amablemente.
-Okey, no tardaré.- La chica se volteó y entró por una puerta que decía “Sólo personal autorizado”.
-¿Y bien? ¿Me contarás que pasó después que me fui?- Levanté mis cejas varias veces dándole a entender que la vi con el chico de la fiesta.

-Aun que no me creas, no pasó nada.- Apoyó su mentón en su mano.- Por primera vez no tenía ganas de besar a un chico, creo que ya me aburrí de las cosas pasajeras ¿Sabes?- Cambió de posición y apoyo sus dos manos en la mesa.- Estábamos bailando y pensé eso, así que le pedí disculpas y me fui por ahí, luego me encontré con Alice y fui mal tercio, pero no me importó.- Soltamos una pequeña risa.

La campanita colgada en la puerta de la cafetería sonó, y una feliz y radiante Alice entró por ella.

-¿Qué hay? ¿Ya ordenaron?- Todo eso lo dijo con una sonrisa despampanante en su rostro.

-Wow, fiera, ¿Tan bien te fue anoche?- La miré con una sonrisa cómplice.

-Puede ser.- Me guiñó un ojo y se fue a ordenar su desayuno a la barra.

Alice volvió con un desayuno que quizás era para cuatro personas y se sentó, nuevamente la campana sonó, esta vez era Evan, Connor y un chico que jamás en mi vida había visto.

Alice les hizo señas para que se acercaran a nuestra mesa.
-Hey, buenos días.- Dijo Evan con la misma sonrisa de enamorado que traía Alice hace un rato.
-¿Soy el único con una resaca del demonio?-Dijo entrecerrando los ojos.-Por cierto él es Alex- Connor apuntó al tal Alex y  tomó asiento junto a mí.
-No eres el único.- Chloe levanto su dedo índice y se apuntó.

Evan se sentó obviamente con Alice. El chico nuevo tomó asiento junto a Chloe. Me pareció extraño que Travis no estuviera con ellos así que decidí preguntarle a Connor.
-¿Y Travis?- Traté de sonar lo más normal posible.
-Dijo que venía luego, quería descansar un poco más.- Connor se unió a la conversación de los chicos y yo pose mi vista en mi desayuno. Quizás Travis ya no quiere verme, pensé.
- Y tu nombre ¿Cuál es?- No sé cuánto tiempo estuve comiendo con mi mirada puesta en el plato, la pregunta hizo que diera un pequeño salto de susto, que despegara mi vista de los waffles y mirara al emisor de esta. Sólo una persona me estaba mirando y era Alex, los demás estaban hablando animadamente sobre la fiesta de ayer.
-Kelsey, un gusto. No te había visto con los chicos.- Tomé mi café y le di un sorbo.
-He estado ocupado con la mudanza, no he tenido mucho tiempo para sociabilizar.- Elevó sus comisuras formando una leve sonrisa.
Alex era de cabello castaño y corto, rostro delgado, ojos café claro y una sonrisa digna de observar.

De Amor Y Otras CosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora