Querida Hada Madrina,

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Me he quedado sin vida. Sin el Lobo Feroz ya no encuentro motivos para seguir. Se que yo soy la única culpable de todo este dolor pero ¿que podía hacer?, el hecho de que todo el mundo criticara lo nuestro y estuviera en contra nuestra era el menor de los problemas, lo que me mantenía siempre con una punzada de dolor en el corazón era el pasado del lobo con la Pastorcita, si, yo lo acepte aun sabiendo eso, pero mi amor por el era tan grande que creí que no importaría, que lo superaríamos todo si estábamos juntos, pensé que con mi amor bastaría, y me dedique a curar sus heridas pero siempre que su recuerdo venia a su mente agachaba la mirada y enmudecía, eso me dolía en el alma; a su lado siempre pase momentos maravillosos, reíamos, hablábamos de todo, he imaginábamos nuevos cuentos juntos, pero una vez que estaba sola el dolor venia a mi. Con todos en nuestra contra y luchando con la sombra de ella (que aun ausente provocaba tantas emociones en el) me abatia cada día más está situación.

A decir verdad no recuerdo todas las veces en las que me compare con ella, pero si recuerdo que en todas y cada una de ellas me sentí inferior, tengo tanto miedo de que regrese a su pasado; se que en el fondo aun la ama y es en esos momentos cuando las dudas se apoderan de mi. Mi abuelita también se encargo de llenarme de más dudas y me manipulo diciendo que nunca me amo, que solo jugo conmigo y yo tan insegura por amores pasados le creí sin siquiera hablar con el Lobo. Después amenazo con salir a cazarlo junto con el pueblo entero y estoy segura de que no se detendrían hasta matarlo, no podía permitir que eso pasara y decidí con todo el dolor de mi alma alejarme de el. Mi abuelita no conforme y aun viéndome llorar siguió llenándome de inseguridades hasta destrozarme ¿ puedes creer eso de mi propia abuela? Ahora no tengo permitido llorar aun que sienta que me ahogó, es por eso que te escribo esta carta, no espero un consejo. Solo unas palabras de aliento me bastarían para no caer.

Esperando no importunar,

Caperucita Roja.

Cartas al Lobo Feroz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora