Forced engagement

Capítulo 8

Su mundo simplemente se apagó, y no veía el color, no podía sentir la vida en el bosque, era como si se hubiera encerrado en su propia mente y se encontraba aislado de todo lo que le rodeaba, y en parte lo agradecía porque así el dolor era más llevadero. Su afligido corazón no lo desgarraba tanto y su lobo solo estaba en silencio, escondido en las profundidades de su rota alma.

Jaehyun siempre soño que encontraría a su pareja destinada, y lo consiguió, pero quizás lo deseó tan fuerte que el destino se lo entregó con el mayor fallo que podía haber, su pareja no lo reconocía como tal. En sí es como si jamás la hubiera encontrado, pero él no se arrepentía de haber conocido al alfa Lee, aunque éste fuera a causarle la muerte en un futuro próximo.

Porque pudo encontrar a su pareja, a diferencia de muchos que jamás lo hacían, así que no se quejó y aceptó las migajas que el destino le ofreció. Él no tendría un final de cuento de hadas, pero en ese momento ya no le importaba nada. Solo quería desaparecer a algún lugar lejano, donde nadie lo pudiera encontrar y así dar su último respiro solo.

Aquella mañana se encontraba desayunando con un inquieto lobo a su lado, el menor de los Lee había sido el único que le suplicó que se quedará entre lágrimas, que haría lo que fuera porque su hermano abriera los ojos ante su idiotez y el omega solo pudo sonreír con ironía, porque incluso el pequeño lobo vio que estaban destinados.

"Mark, que me marche no significa que no puedas venir a visitarme" acarició su mejilla con ternura mientras el menor seguía jugando con la comida "Te encantarán las montañas siempre cubiertas de nieve"
El joven lobo tragó fuerte antes de girarse a mirar a Jaehyun "P-pero es que..." negó con la cabeza y se mordió el labio para evitar llorar "Si te vas, se acabó" su voz se quebró al final y aquello destrozó al omega.
Él jamás quiso que nadie sufriera por su culpa "Mark, lo siento" fue todo lo que pudo decir antes de tener al menor entre sus brazos llorando histéricamente y él simplemente lo reconforto y acunó en sus brazos mientras el menor se desahogaba.

Todos los lobos sabían lo que pasaba cuando alguien era rechazado por su pareja destinada o los perdían después de encontrarlos, su final era la muerte, no había salvación, ya que todo su ser se empezaba a consumirse con el solo pensamiento de que jamás podrían estar con la persona que los completaría. Quizás por eso el destino decidió poner fin a su angustia y dolor con la dulce muerte.

Hasta ese momento Jaehyun nunca entendió porque tenían que morir si eso pasaba, pero después de vivir en sus propias carnes tal dolor pudo comprender que el destino era amable con ellos al otorgarles un final cercano.

Con gran pesar se acercó hacia la gran puerta de la mansión junto al joven lobo que estaba cabizbajo, Mark era el único con él allí para despedirlo y sonrió con amargura al darse cuenta que el alfa no se dignaría siquiera a decirle su último adiós. Quizás por eso se reafirmó en dejar atrás todo lo que supo del alfa y con ello abandonar sus sentimientos en aquel lugar al cual no volvería jamás.

Jaehyun acarició la cabeza del joven lobo con ternura "Bueno, supongo que esto es un adiós"
El joven alzó la cabeza con brusquedad y negó con la cabeza "No un adiós, es un hasta luego" su voz era suplicante, pero los dos sabían que por mucho que suplicaran al destino el final sería el mismo para Jaehyun.
El omega le ofreció una dulce sonrisa "Entonces hasta luego, Mark" y el chico lo abrazó con fuerza por última vez antes de dejarle ir "Me alegro que nos hayamos conocido" dijó el mayor antes de partir.

Afuera un coche le estaba ya esperando, a sus espaldas podía escuchar como el chico empezaba a llorar y él no se atrevió a girarse, siguió hacia el coche donde lo esperaban dos centinelas de la manada Lee para llevarlo de vuelta a su hogar. Cuando estuvo dentro del coche escucho como algo se rompía y se preguntó si ese era el sonido que producía un corazón al ser destrozado.