Capítulo 13

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Cuando por fin los chicos llegaron a la casa lo que no esperaron fue ver a la madre de los hermanos Jung abriendo la puerta con una sonrisa que pronto se desvaneció cuando sus ojos se posaron sobre los hermanos Lee, Jaehyun había heredado toda su dulzura de su madre y ésta rara vez se enfadaba con sus hijos, así que para ellos fue una sorpresa ver la escena que se desarrolló frente a ellos como una película.

La mujer entró a sus hijos y los puso detrás de ella como protegiendolos de los otros dos lobos que ahora se encontraban frente a ella tensos "¿Qué haces aquí?" su voz era tan suave como la de Jaehyun pero era muy afilada para ser comparada con la del omega.
Mark se tensó ante la hostilidad con la que fueron recibidos, su hermano posó su mano en su espalda para calmarlo "He venido a ver a Jaehyun"
"Tienes tan poca vergüenza de venir hasta aquí y querer ver a mi hijo" la mujer bufó enfadada y cruzó sus brazos sobre su pecho con el ceño fruncido "¿Qué te hace pensar que dejaré que sigas haciendo sufrir a mi pequeño lobo?" y enseñó sus afilados colmillos en advertencia hacia el alfa.
Fue entonces cuando Sicheng se interpuso entre su madre y el alfa "Mamá, yo tampoco lo quiero cerca de Jae pero él es el único que puede hacer algo..." sus ojos miraron a su madre con dolor y ella comprendió que ellos también sufrían pero hacían todo lo posible para salvar a su hermano mayor.
"Escuchadme atentamente todos" ella suspiró cuando todos los ojos de los lobos se centraron en ella en silencio "Aunque el destinado de Jaehyun esté aquí eso no significa que él se vaya a salvar" vió como el menor se tensaba ante sus palabras y lo abrazó dulcemente mientras lloraba contra su pecho "Jae solo se salvará si su destinado lo ama de verdad y de eso no estoy muy segura que sea cierto" sus ojos color caramelo se posaron en el alfa que estaba tenso bajó su afilada mirada y no decía nada.

Todos se quedaron en silencio después de aquella declaración y los ojos de todos los presentes recayeron en Taeyong que se mantuvo en silencio sin atreverse a decir nada, él al igual que los otros tres lobos creía que con su presencia junto al omega lo ayudaría a recuperarse y salvarse. El alfa ahora temía que lo que él sentía hacia Jaehyun no fuera lo suficientemente fuerte para que éste sobreviviera.

La madre de los Jung los acompañó hasta el cuarto de Jaehyun y se paró frente a la puerta sin moverse, sus ojos se posaron sobre el alfa "Su condición está mucho peor que la última vez que sus hermanos estuvieron aquí, pierde la consciencia por horas y se pasa casi todo el día durmiendo, no puede moverse y apenas ya habla cuando está despierto" suspiró pesadamente y posó su delicada mano sobre el pomo de la puerta "Lee Taeyong está es tu última oportunidad de remediar todo el dolor que has causado"
Taeyong asintió "No volveré a fallarle a Jaehyun" la mujer le sonrió débilmente ante aquellas palabras y abrió la puerta para que entrara él solo a la habitación del omega.

Sus ojos miraron al alrededor de la habitación, pudo ver que era muchísimo más pequeña que la que le habían dado en la mansión de los Lee, pero era mucho más acogedora y cálida. Había un pequeño balcón a su derecha que se encontraba con las puertas abiertas y por ahí entraba la fría brisa que inundaba la habitación, cerró los ojos e inhaló el aroma a melocotón que abundaba en aquella estancia y cuando se sintió lo suficientemente valiente abrió los ojos y los posó sobre la pequeña cama color crema que se encontraba en el centro de la habitación.

Con pesados pies se acercó hacia el omega que descansaba en aquella cama y sintió su corazón hacerse trizas cuando vió el estado en el que el menor se encontraba, claramente había perdido peso, su tez era aún más pálida y eso hacía que sus ojeras destacarán aún más. Se sentó con cuidado en la orilla de la cama y cogió con delicadeza una de las manos de Jaehyun, sintió aquella corriente eléctrica que despertó a su lobo, como la primera vez.

"Jae, yo lo siento" rozó sus labios en la tersa piel de la mano del menor y cerró sus ojos mientras dejaba que sus labios siguieran en contacto con aquella fría piel "Perdoname"

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