CAPÍTULO 25

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Kim Kai, el híbrido, el que se revuelca con mi hijo”. Era él. Las palabras de Asmodeo no eran una broma. Kai no supo qué responder a eso, había descubierto la relación que mantenían Kyungsoo y él, el demonio aquel debió haberle contado de la transformación y de la manera en que se protegían el uno al otro. Eso bastaba para que Daios se diera cuenta hasta dónde estaban las cosas.

Kai observó la casa quemándose, un nuevo grito hizo que se acercara más a la escena, estaba demasiado caliente, no podía entrar, no podía hacer nada.

—No debes preocuparte por tu mamá, ella nunca te quiso, te despreciaba, le dabas miedo —¿cómo lo sabía?, al parecer lo investigó muy bien—. Una madre que no ama a su hijo debe morir, deja que se queme con las llamas, se lo merece.

—Eres un maldito demonio, tu corazón está podrido, mi mamá no es una mala persona. ¡Y yo la perdono porque también fui un mal hijo! —Kai se aproximó a la puerta principal, estaba cubierta por el fuego, pero no había otra entrada, las ventanas estaban selladas.

—Si entras ahí quemarás tus alas, morirás con ella —dijo Asmodeo, pero Kai no lo escuchó. Sus alas y cuernos desaparecieron para darle paso a su aspecto humano. Entonces entró.

***

—¡Tenemos que ir por Kai! —gritó Kyungsoo desesperado.

—No podemos, debe ser una trampa de Daios, si vamos ahí todos moriremos —aconsejó Sehun, todavía sosteniendo a Luhan.

—¿Y qué sugieres?, ¿dejar que muera? —respondió a punto de llorar, Kyungsoo estaba demasiado preocupado. Podía sentir la energía negativa viniendo desde ese punto, Daios estaba ahí y Kai estaba en peligro.

—No, pero antes de actuar necesitamos dejar a ellos en un lugar seguro —sugirió el demonio mirando a los dos humanos que los acompañaban.

Kyungsoo observó a sus amigos, ellos también estaban involucrados en todo ese asunto a pesar de que no tenían la culpa de nada. También se sentía responsable por su seguridad.

—Muy bien, busquemos rápido un lugar donde esconderlos —dijo Soo bastante impaciente.

No había tiempo para regresar al pueblo y esconderlos en alguna casa, así que Sehun optó por dejarlos en el bosque. Había una cabaña abandonada cerca de ahí que había servido de oficina para el guardabosques, nadie entraba ahí y era lo más que podían obtener en ese momento.

—Ten cuidado —le dijo Baek a Chanyeol—. Debes volver en una pieza.

Los dos se besaron. Xiumin sonrió melancólico ante la escena, el pequeño ángel podía sentir el amor entre ellos. Por otro lado, Sehun hablaba con Kuhan de algo que no alcanzó a escuchar, su amigo asintió y después se lanzó a sus labios. La sorpresa de Sehun fue mayúscula, pero aceptó su muestra de afecto sin quejas.

Fue inevitable para Kyungsoo derramar algunas lágrimas, sus amigos estaban sufriendo tanto como él, la diferencia era que su novio estaba justo en el ojo del huracán y ahora ellos se dirigían hacia allá.

—Vamos —Soo asintió, era el momento de enfrentar a Daios y salvar a Kai.

***

—¡Kai! —gritó Kyungsoo, la casa estaba completamente en llamas. El humo negro se extendía por todo lo alto en el cielo, a lo lejos sus sentidos ahora más desarrollados pudieron percibir el ruido del camión de bomberos.

—¿Dónde está? —Preguntó Yeol—. Es imposible entrar ahí, no creo que esté dentro.

—¡Kai! —volvió a gritar Soo, pero el ruido de las llamas comiéndose todo fue lo único que obtuvo como respuesta.

That Boy is a MONSTER (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora